A falta de los refuerzos de peso, que llegaron por cifras millonarias al equipo, buenos son los canteranos para dar una mano importante en estos momentos de afugia para el Deportivo Cali.
Y es que, desde hace rato, el cuadro azucarero viene echando mano de los que a comienzos de año sonaban para ir a madurar a otros equipos.
Este domingo se demostró una vez más ante Cortuluá. Luis Fernando Muriel, con apenas 19 años recién cumplidos, volvió a dar otra magnífica demostración de definición, de potencia, de fútbol exquisito y de solidaridad y compañerismo, porque además de anotar dos goles sirvió otros dos para las anotaciones de Felipe Chará y Armando Carrillo.
Al juvenil delantero que hoy es la "joya de la corona" en el Cali lo secundó otro canterano, Carlos Lizarazo, quien se divirtió con su pierna zurda y para redondear la faena se mandó un golazo desde fuera del área, cuando el reloj apenas marcaba 30 minutos de juego.
Muriel había puesto a ganar al Cali desde los 21 minutos. Felipe Chará, en jugada de Muriel, cerró la cuenta (3-0) en la etapa inicial a los 45 minutos.
Para el complemento, los juveniles volvieron a poner el pie en el acelerador. Así llegó el 4-0 de Muriel, después de zarandear a Óscar Díaz con su juego de cintura.
Al visitante le alcanzó para descontar con Carlos Ceballos, pero Muriel se volvió a lucir instantes después al habilitar a Carrillo para el 5-1.
El visitante apretó el marcador con las anotaciones de Víctor Bonilla (86) y de Javier Arizala (90), lo que dio la sensación de que el Cali se relajó con la comodidad que tenía en el marcador.
El 5-3, por las tres anotaciones del Cortuluá, no gustó mucho porque a la hora de definir la clasificación puede pesar la diferencia de goles. Lo que sí satisfizo fue el invaluable aporte de los canteranos que son los que llevan el peso del equipo y los que tienen soñando al Cali con la clasificación.
