Por primera vez científicos lograron observar un dedo del esqueleto de la materia oscura, la que dicta dónde se forman las galaxias.
De manera directa detectaron un delgado puente de esa materia que está juntando dos grupos de galaxias, lo que confirma una predicción clave en la teoría que dice cómo evolucionó la estructura actual del universo tipo red.
De acuerdo con el modelo estándar de la cosmología, las estrellas y las galaxias visibles trazan un patrón a través del cielo conocido como la red cósmica, que fue originalmente configurada por la materia oscura, esa sustancia que se cree responde por cerca del 80 por ciento de la materia en el universo.
Tras el Big Bang, regiones del espacio que eran un poco más densas que otras recibieron materia oscura, que se juntó en grupos y eventualmente colapsaron en delgadas ‘tortillas’. “Donde estas se intersectan aparecen grandes tiras de la materia oscura, o filamentos”, según Jörg Dietrich, cosmólogo de University Observatory Munich en Alemania citado por la revista Nature.
Los cúmulos de galaxias se formaron luego en los nodos de la red cósmica, donde se cruzaban los filamentos.
Los filamentos parecen guiar las galaxias por el empuje gravitacional de los grupos masivos.
La materia oscura es aún un misterio, no emite ni absorbe luz, por lo que no se puede ver directamente con los telescopios. Se deduce su existencia por la forma como su gravedad atrae la materia visible.
Para ‘ver’ el componente de materia oscura del filamento que conecta los grupos de galaxias Abell 222 y 223, Dietrich y colegas usaron las lentes gravitacionales: la gravedad de objetos tan masivos como los cúmulos de galaxias actúan como un lente que dobla y distorsiona la luz de objetos más distantes cuando pasa por aquellos.
Es esta la forma como es inferida la materia oscura, pero es difícil de observar en filamentos porque contienen relativamente poca masa.
El equipo de Dietrich observó decenas de miles de galaxias más alejadas del supercúmulo. Pudieron determinar así a qué grado distorsionaba las galaxias y con esa información midieron el campo gravitacional y la masa de Abell 222 y 223.
“Luce como un puente que muestra que existe una masa adicional más allá de la que los cúmulos contienen. Estos no la pueden explicar por sí solos”, dijo.
El equipo halló también un aumento en las emisiones de rayos X a lo largo del filamento debido a un exceso de materia caliente, ionizada, halada por la gravedad hacia el filamento, pero estimaron que 90% o más de la masa de este es pura materia oscura.