Las actrices Scarlett Johansson, Eva Mendes y Elsa Pataky asistieron este lunes al desfile de Dolce & Gabbana en la Semana de la Moda femenina de Milán, en la que los modistos italianos mostraron una colección surrealista, muy recargada y centrada en los detalles de las prendas.
Domenico Dolce y Stefano Gabbana, quienes ya presentaron el pasado viernes en Milán sus propuestas más juveniles para la mujer, dieron este lunes en la capital lombarda todo un recital de buen barroco textil con abultados lazos, pieles al cuello y vestidos con infinitos plisados.
Las citadas actrices no fueron los únicos personajes famosos en acompañar a los afamados modistos sicilianos, pues los Dolce & Gabbana consiguieron atraer también a Milán, entre otras, a la modelo Claudia Schiffer y a la actriz Naomi Watts.
Tanta presencia de personajes populares no consiguió, sin embargo, distraer la atención de un desfile en el que los modistos no dejaron puntada sin hilo, ni espacio sin cubrir. Dolce & Gabbana apuesta por una mujer muy recargada para el próximo otoño-invierno.
Guantes que se prolongan y convierten en bufandas e, incluso, en tocados, pieles que suben hasta el cuello de las mujeres y que parecen querer asfixiarlas, son algunas de las claves de una colección que apuesta por el blanco y el negro, con toques de color en fucsia, dorado o burdeos.
Las pieles se elevan
La principal novedad de D&G para el próximo otoño-invierno son los hombros que los diseñadores han dado en llamar "farfalla" ("mariposa"), hombros que parecen inflarse hasta extremos insospechados y que ofrecen la imagen de una mujer con cierto aire regio.
Esa inspiración de siglos pasados es la que se manifiesta también en las pieles que, para la próxima temporada, suben hasta el cuello a modo de modernas gorgueras que cubren una de las partes del cuerpo humano más expuestas a las inclemencias del tiempo.
Zapatos con forma de concha, casi siempre con tacón de cuña, y corales que hacen las veces de botones son otros de esos pequeños detalles que Dolce & Gabbana tuvieron en cuenta en una colección en la que se puede ver, incluso, la cara de Marilyn Monroe en algún que otro vestido.