Dios nos da su Espíritu para lograr una transformación profunda y vivir como Seres de Luz. El autocontrol y la autodisciplina son necesarios para seguir el camino correcto dictado por el corazón y el Espíritu. Se nos pide un estado mayor de apertura en la luz y la verdad, sintiéndonos uno con Dios y con todos. Hay que aplicar en nuestra vida el conocimiento, la sabiduría y la comprensión. Hay que revisar prácticas de desamor y aplicarnos más plenamente a nuestro sendero.
Tener autodisciplina significa vivir la vida con coherencia: Hacer lo bueno que decimos y sentimos. Autodisciplina es observarse y corregir pensamientos, acciones y hechos para mejorarse uno mismo. Sólo a través del mejoramiento interior podemos cultivar habilidades y conocimientos para crear una nueva era de luz sobre la Tierra.
Buena conciencia y coherencia es alinear tu cuerpo con tu mente, y armonizar tu mente con tu corazón y tu Espíritu.
Asume el liderazgo de tu propia vida y actúa en conformidad con un conocimiento y sabiduría superiores. Elige potenciar tu sentido de responsabilidad con el bienestar de todos los demás. No puedes darte el lujo de frenar tu avance con pensamientos centrados sólo en ti mismo y decisiones basadas en el ego. Con autodisciplina, humildad y servicio construyes una era de luz y caminas en el sendero del Espíritu.
Tu verdadero ser reside en la morada de tu corazón y la conexión entre tu corazón y tu ser superior te centra en el amor. Saca espacios, elige sumergirte en tu conciencia y fluye con Dios en la alegría del amor eterno.
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