La nariz de astrónomos se ha puesto roja de oler para señalar la posible existencia de oxígeno en otros mundos.
Lo huelen las mediciones desde acá, pero no lo puede comprobar nadie. Al menos hasta ahora.
En una pequeña luna, pero la segunda en tamaño en el anillado Saturno, la sonda Cassini, que sobrevuela el sistema hace varios años, acaba de hallarlo.
No es como para que llegue un humano y se sienta como en casa (entre otras porque es oxígeno, no aire), pero sirve para especular sobre qué habrá en ese satélite de 1.500 kilómetros de diámetro.
Datos combinados de esa sonda encontró que Rhea tiene una atmósfera de oxígeno y dióxido de carbono.
Es la primera vez que se confirma la existencia del primer elemento en un cuerpo fuera de la Tierra.
"Los resultados sugieren que a través del Sistema Solar puede ser común la química que involucra oxígeno, e incluso en el universo", explicó Ben Teolis, científico de la misión en el Southwest Research Institute en San Antonio (Estados Unidos).
"Tal química podría ser un prerrequisito para la vida. Todas las evidencias de Cassini indican que Rhea es lo suficientemente fría y sin el agua líquida necesaria para la vida que conocemos", dijo.
Es probable que la densidad de oxígeno sea cinco billones menor que la terrestre. Pero la combinación con el CO2 puede derivar en esa química compleja en la superficie de muchos cuerpos helados en el universo.
Para Geraint Jones, del Mullard Space Science Laboratory, el descubrimiento de esta atmósfera tenue provee información clave sobre cómo la radiación puede originar una química en esa clase de cuerpos.
Esta atmósfera es única en el sistema de Saturno, dado que Titán, la gran luna, posee una atmósfera densa de nitrógeno y metano, con poco dióxido de carbono y oxígeno. La atmósfera de esta luna, la segunda más grande del Sistema Solar, con un diámetro de 5.150 kilómetros, se extiende 600 kilómetros sobre el planeta, diez veces más que la atmósfera terrestre.
"El oxígeno de Rhea parece provenir del hielo en la superficie cuando el campo magnético de Saturno rota sobre la luna y la baña con partículas energéticas atrapadas en el campo magnético", comentó el profesor Andrew Coates, también del centro Mullard.
El dióxido de carbono puede ser el resultado del hielo seco atrapado en la nebulosa solar primigenia, similar al caso de los cometas, o puede deberse también a los procesos de irradiación que operan sobre las moléculas orgánicas atrapadas en el hielo.
Una tercera opción sería que el CO2 proviniera de material depositado por meteoros que hayan bombardeado la superficie.
Las mediciones mostraron que la concentración de oxígeno sería de 50.000 millones de moléculas por metro cúbico (unos 1.000 millones de moléculas por pie cúbico) y la de dióxido de carbono de unos 20.000 millones de moléculas por metro cúbico (600 millones por pie cúbico), reportó la Nasa.
La nave Cassini orbita Saturno y su sistema desde mediados de 2004, siendo una de sus misiones el lanzamiento de sonda dentro de la luna Titán para estudiar su atmósfera y superficie.
La confirmación de la existencia de la tenue atmósfera en Rhea provino del sobrevuelo realizado en marzo pasado a sólo 100 kilómetros de altura sobre la superficie.
Cosas de un mundo dominado por el planeta de los anillos.
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