En la vía a Urabá, antes de llegar al casco urbano de Apartadó, en medio del mar verde que forman las bananeras, se erige un edificio que podría significar un gran impacto social en esta, una de las zonas de Antioquia con más riqueza natural, pero con más necesidades insatisfechas.
Se trata de la Clínica Panamericana, un proyecto que adelantan Comfama, SM Proyectos, Arquitectura y Concreto, Unlab, Medialco y Zona Franca de Urabá, para prestarles servicios de tercer y cuarto nivel de complejidad a unas 600.000 personas.
La obra que se construye en la Zona Franca de Urabá avanza en el 65 por ciento y empezará a atender pacientes en diciembre. Tendrá influencia directa en Arboletes, San Juan de Urabá, San Pedro de Urabá, Necoclí, Turbo, Apartadó, Carepa, Chigorodó y Mutatá, en Antioquia; y también les prestaría servicios a los pobladores de Murindó (Antioquia), Tierralta y Valencia (Córdoba), y Acandí, Unguía y Riosucio (Chocó).
La idea de esta iniciativa privada fue del médico Jorge Penagos Garcés, gerente de la clínica. Egresado de la Universidad de Antioquia, hizo el año rural entre 1988 y 1989 en Turbo, Apartadó y Necoclí y vio las profundas necesidades en salud de los habitantes de esta subregión.
Contó que el proyecto nació en agosto de 2009: "En casos complejos hay que remitir los pacientes a Medellín o Montería. El traslado en avión ambulancia cuesta 30 millones de pesos. Medellín tiene 2,5 camas de alta complejidad por cada mil habitantes. En Apartadó hay 0,7 camas por cada mil habitantes y ninguna de alta complejidad".
Así, aparecieron los socios y la obra arrancó el 3 de enero de 2012. Al final, serán 15.400 metros cuadrados construidos con una inversión de 42.000 millones de pesos. Luego vendrá la dotación, que requerirá otros 40.000 millones.
La apertura será gradual. Primero urgencias, hospitalización y cirugía; luego consulta externa, unidad renal, laboratorio, ayudas diagnósticas, porque este centro asistencial ofrecerá atención en cardiología, urología, neurocirugía, oncología, cirugía plástica, ginecología, obstetricia, entre otras especialidades.
Serán 200 camas y de ellas 137 para hospitalización. "Atenderemos regímenes contributivo, subsidiado, consulta particular, prepagada. Un hospital así no se encuentra por fuera del Aburrá y Rionegro", expresó Penagos.
La clínica genera 160 empleos directos y, según el gerente, el 95% son habitantes de la zona. Cuando comience a funcionar ofrecerá más de 400 empleos directos.
El ingeniero John Jairo Trinidad Velásquez, director de la construcción, apuntó que en la ingeniería de la clínica se destaca su complejidad, y en la arquitectura, la armonía del diseño con el entorno.
María Isabel Sierra Vásquez, directora de la Zona Franca, explicó que su entidad promueve la clínica, que es una de las siete empresas calificadas para estar en la Zona Franca. También hay dos en trámite de licencia.
La subregión la espera
Zulma del Campo Tabares Morales, gerente de Salud Pública de Antioquia, señaló que en 2012 las principales causas de mortalidad en Urabá, en cuanto a problemas de salud, fueron las enfermedades cardiacas, que produjeron 215 muertes, para una tasa de 35,2 casos por cada 100.000 habitantes.
Les siguieron los padecimientos cerebrovasculares, que devinieron en la muerte de 101 personas, para una tasa de 16,5 por 100.000. La diabetes tuvo una tasa de 10,8 por 100.000; las enfermedades crónicas respiratorias, de 10 por 100.000, y la neumonía, de 9,7 por 100.000.
La funcionaria recalcó que en la subregión preocupan las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, y la hipertensión arterial, que en Apartadó motivó el 10% de las consultas de 2012.
En el mismo sentido se pronunció Rosa Matilde Hernández Álvarez, secretaria de Salud de Necoclí, que agregó que el dengue y la leishmaniasis son males frecuentes en los pobladores de su municipio.
Detalló que, desde allí, el traslado de un paciente a Montería en ambulancia cuesta 600.000 pesos y un millón 500.000, a Medellín. Por ello, sugirió que el proyecto de la Panamericana debe ser socializado para que los potenciales usuarios la conozcan.
El alcalde de Apartadó, Luis Gonzalo Giraldo, conceptuó que la clínica es un aporte muy importante para la subregión, pues "resolverá la atención de tercer nivel de complejidad".
Añadió que el Hospital Antonio Roldán Betancur, de su municipio, es el único de Urabá de segundo nivel, pero tiene serias dificultades económicas, debido a que las EPS le deben 14.000 millones de pesos.
Afirmó que en 2010 el Consejo de Estado ordenó que el hospital debe volver a ser una fundación sin ánimo de lucro, como en su origen. El mandatario dijo que ya se consiguieron 16.500 millones con el Ministerio de Salud y la Gobernación para ver qué decisión se toma con la entidad. En todo caso, aclaró, seguirá siendo mayoritariamente pública y la atención de los usuarios no cambiará.
La ciudadanía espera la clínica. Marley Pino, manipuladora de alimentos de 34 años, vive en Apartadó y dijo que a su hija, que sufre dolores de cabeza, toca llevarla a Montería en busca de un otorrinolaringólogo, lo que le exige pagar 200.000 pesos de pasajes en bus.
Leidy Pulgarín, otra habitante de Apartadó, anhela que se reduzcan los viajes a Montería. Y Gloria Hernández, ama de casa, dijo que en la Panamericana podrían atender a su abuela Rosa, que vive en Chigorodó.
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