La educación cambia y con ella la forma en que se imparte. Los preescolares no se escapan a dichas transformaciones.
¿Cuáles son esos cambios más importantes? Para empezar, los horarios. Los centros formativos se tuvieron que adaptar a las familias actuales en las que papá y mamá trabajan, lo que no permite tener al niño en la casa al cuidado de otras personas.
"Se extienden los horarios y se ofrecen los servicios de desayuno, almuerzo y refrigerios porque deben permanecer todo el día en el jardín", explicó Olga Lucía Viveros, directora del Kínder Pinocho.
Antes los padres buscaban un lugar donde los niños socializaran y aprendieran sus primeras letras y números.
Hoy en día la educación preescolar va más allá, siendo muy importante conocer al pequeño desde su individualidad para mejorar sus habilidades y reducir sus problemas.
"Ahora lo que se le brinda es estimulación que potencialice todas sus dimensiones del desarrollo. Trabajando su ser se le ayuda a su hacer por medio de actividades lúdicas, artísticas, estéticas y éticas", dice Cristina Zuluaga, directora del Jardín Infantil Chiquilandia.
Los ambientes donde se recibe a los niños son especiales para sus edades, todo a su escala. Son abiertos, encontacto con la naturaleza. Además, la tecnología ocupa un lugar fundamental, aprovechándose de manera constructiva en la presentación de conceptos con ayuda de videos, juegos interactivos entre otras ayudas.
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