Muchas personas piensan que para lograr un adecuado proceso en el desarrollo de los hijos, la madre es esencial, mientras que la función del padre puede hacerla cualquiera. Sin embargo, esto no es cierto.
Los papás cumplen un papel fundamental en el desarrollo de los niños y en algunos casos, éstos fácilmente hacen la función de padre y madre.
"Muchas veces son ellos los que comparten con sus hijos las diferentes actividades, ya que un padre escucha, enseña a escribir, a cantar, entre otras actividades. Además, acompaña a sus hijos en su parte deportiva y educativa", explica la psicóloga Etel Pinsky Fraiman.
La sociedad siempre nos ha mostrado a un padre proveedor de la economía, pero éste también debe entregar afecto y compañía.
El papá es visto como un modelo, al igual que la madre. Cada quién representa una figura importante y necesaria en el hogar y los pequeños lo saben, por eso, ven en cada uno de ellos un guía y un compañero especial.
Los padres de hoy
Son comprometidos, ya que de alguna manera las parejas hacen una programación para tener hijos, no solo desde la parte económica, sino que también piensan en el tipo de formación que les darán, con muchos valores, afecto y seguridad.
Esto ayuda a que el niño se sienta querido, tranquilo y asuma ciertas responsabilidades desde temprana edad.
Por otro lado, el papá de hoy es aquel que cambia pañales, cocina y alimenta a sus hijos, juega, va al colegio y comparte espacios que son importantes para los pequeños.
"Sin embargo, los padres adolescentes son un caso diferente, ya que muchas veces no tienen la responsabilidad de formar un ser humano. No están preparados, no se comprometen con la pareja y menos con el hijo.
Por ello, muchas veces los niños que nacen de padres jóvenes, de alguna manera repiten la historia, ya que son poco estructurados, con inseguridades y dificultades para afrontar los retos que el medio les solicita", explica Etel Pinsky.
La figura paterna es tan importante como la materna. En ciertas edades las niñas prefieren compartir más con su papá, al igual que los niños, ya que hay momentos en los que pueden llegar a ser muy cercanos y se comunican mucho mejor.
Por ejemplo, cuando los niños empiezan a jugar fútbol, a montar bicicleta o simplemente cuando quieren despejar sus inquietudes. Ahí debe estar el papá.
Crecer en familia
Que los padres estén juntos y compartan las tareas para formar a sus hijos es lo ideal, ya que el desarrollo del pequeño es más efectivo cuando crecen junto a papá y mamá.
Éstos les brindan una seguridad básica a nivel de vínculos, lo que ayuda a que el niño se convierta en una persona segura y responsable para asumir sus fortalezas y debilidades.
Si son padres separados, es importante entender que los niños no son divorciables y no deben estar en medio del conflicto de intereses que hay entre ellos.
"Los niveles de comunicación en la familia hoy son muy difíciles, es un reto para los padres reubicar los valores, los principios, necesidades y gustos, debido a que la información del ambiente y de los medios de comunicación están las 24 horas del día y los siete días a la semana. Lo que muchas veces los padres no pueden hacer, por su trabajo y múltiples obligaciones", concluye la especialista.
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