Parecía como si le hubiera dado un paro. Salió corriendo por toda la cancha, mientras sus rivales apenas levantaban los pies. Así, el defensor Pablo Armero desaforó toda su alegría, la misma que transmite en cada minuto de esta feliz Selección Colombia.
Armero es el que pone el baile, la bulla, la joda, la molestadera. "Eso es el fútbol, alegría, felicidad, momentos en los que estamos contentos. Soy uno más que pone ese ambiente festivo", dice el lateral de Tumaco, que logró su primer gol con el equipo de mayores ante Bolivia, luego de haber salido de la banca.
Su tanto fue bonito, con baño sobre el arquero boliviano Sergio Galarza. Pero su festejo fue mejor. Primero agitando los brazos como las aspas de un ventilador, y luego como un pez que intentaba salir de una pecera en medio de sus compañeros. Armero fue parte de esa celebración de la goleada. "Ese es un bailecito que está pegado en Brasil, y como allá será el próximo Mundial, había que meterlo".
No obstante, sus celebraciones, que se hicieron famosas en Italia (Udinese y Nápoles), llego el momento de ponerse serio y pensar en Venezuela, el rival de turno en el camino hacia Brasil-2014.
"Venezuela es un gran rival, está jugando bien, pero nosotros tenemos que pensar en lo nuestro", anota el jugador que completa la terna de Falcao García y James Rodríguez, pues también espera de más familia en los próximos meses. Alguien que le hará compañía a Brando David.
La sonrisa de Pablo Estífer es contagiosa, y tiene resonancia entre los muchachos que comparten el amor por la Costa, como los urabaenses Camilo Zúñiga y Juan Guillermo Cuadrado, y el atlanticense Luis Fernando Muriel. "Muy contento, porque se le dio el gol a Armero, porque aunque no fue titular, entró con las mismas ganas y eso es lo que necesitamos en la Selección. Este es un grupo que está muy unido, que está animado, con convicción y con ganas de hacer las cosas bien", sostiene su compañero Zúñiga, quien además de ser el hombre que controla el otro sector, ahora viste la misma celeste del Nápoles desde enero de este año.
El dueño de la camiseta 7 de Colombia, número de titular y delantero, podría jugar esta noche ante Venezuela en Puerto Ordaz. Además de la anotación lo acolita la dolencia que presentó Juan Guillermo Cuadrado tras el duelo ante Bolivia, así como las precauciones que se deberían tomar para un duelo de visitante, aunque Armero no sería precisamente un zaguero vestido de lateral.
Lo cierto es que ahora Pablo tiene que repetir actuación, y ojalá baile. "Mi forma de ser es muy alegre, soy muy responsable en mi trabajo, pero siempre hay espacio para reír. Y bailo porque el grupo me lo pide".
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