En 15 años de labores en las unidades de quemados del Hospital San Vicente Fundación, el cirujano plástico Marco Antonio Hoyos Franco ha vivido de cerca el drama de las lesiones por pólvora. Con él hablamos, a propósito de esta tragedia de cada diciembre.
¿Cómo analiza las actuales cifras de quemados?
"Son alarmantes, es muy alto el número de pacientes quemados, a pesar de las campañas para tratar de controlar".
¿Es imposible rebajarlas?
"No,se debe seguir trabajando intensamente, las campañas tienen que continuar".
¿Cómo se prepara el hospital para estos días?
"Tenemos dos unidades de quemados. Eran 20 camas para niños y adultos. Ahora son una de 17 camas para adultos y una de 15, pediátrica, lo que aumenta los pacientes".
¿Qué porcentaje reciben de los quemados de Antioquia?
"Mínimo, porque muchas son quemaduras menores y usualmente recibimos los quemados más serios. A esta altura de diciembre llevamos hospitalizados siete quemados por pólvora".
¿Han sentido que el problema desborda la capacidad?
"Antes, con una sola unidad, era crítica la temporada navideña. Ya, con dos unidades, tenemos camas disponibles, lo que no pasaba otros años".
¿Cuál ha sido el caso más grave en esta temporada?
"Por pólvora no hemos tenido casos de extrema gravedad. Hemos tenido casos de quemaduras importantes, con amputación de falanges, y hemos tenido traumas por quemaduras de tercer grado".
¿Qué es lo más grave de una quemadura con pólvora?
"Es leve o severa, dependiendo de su profundidad y extensión. Puede causar la muerte, si produce una quemadura masiva corporal, o por un politrauma por la explosión".
¿Y han muerto muchas personas?
"Con alguna frecuencia llegan pacientes muertos, especialmente que trabajan con pólvora o cuando estallan lugares donde la almacenan".
Su mensaje...
"Una quemadura es accidental, pero por pólvora es prevenible con el simple hecho de no quemarla. Que la use solo personal experto, porque en un segundo cambia radicalmente la vida".
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