Aunque sólo el 21 de enero de 1930 se firmó la escritura pública que le dio vida jurídica a Cervecería Unión, se puede decir que la empresa nació en 1902. Y de hecho, en abril de 2002, esta importante compañía antioqueña celebró sus 100 años.
Todo empezó cuando unos industriales paisas montaron la Cervecería Antioqueña. La bebida empezaba a gustar en Colombia, pero llegaba importada de Alemania y de Checoslovaquia y estos visionarios pensaron que se podía fabricar acá y con buen sabor.
Sin embargo, no fue fácil. Hubo una fuerte devaluación y la empresa le vendió sus equipos a otra similar que se montaba en Itagüí: la Cervecería Antioqueña Consolidada. El capital inicial fue de 125.000 pesos oro inglés.
Además de las europeas, tocaba competir con Bavaria y unas pequeñas fábricas de Santander. En 1923 un grupo de capitalistas antioqueños fundó Cervecería Libertad, que se fusionaría con la Antioqueña, proceso que concluyó en 1930, cuando nació Cervecería Unión S.A.
“Los señores Gabriel Ángel, de Cervecería Libertad, y Carlos Echavarría, de Cervecería Antioqueña Consolidada, hablaron por primera vez de fusionar sus empresas en septiembre de 1928 y un año después tomaron la decisión” de cerrar el negocio, recordó Fernando Jaramillo Giraldo, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Cervunión.
No fue sencillo para estos paisas apostarle a un producto que ya se fabricaba con exquisitez en Europa y que llegaba a Colombia desde finales del siglo XIX. Pero si la cerveza, 4.000 años antes de Cristo ya había encantado a los egipcios y si al goce de beberla, algunos le atribuían, como hoy, propiedades nutritivas, ¿por qué una fabricada en Antioquia no podía lograr buena aceptación?
Bienestar laboral
La prueba de que Ángel y Echavarría no estaban equivocados fue que, “la compañía comenzó esa década vendiendo 520.000 botellas y la terminó con más de 1’500.000”, resaltó Jaramillo Giraldo.
A la par que se estimuló el progreso de sus trabajadores, no obstante las dificultades que trajo la Segunda Guerra Mundial, Cervecería Unión no detuvo su crecimiento ni su afán innovador bajo el eslogan de siempre: “Gente y productos de la mejor calidad”.
Pues bien, para la década del 50 la empresa producía dos marcas, Pilsen y Malta, que antes era también cerveza pero en 1953 se convirtió en refresco. Ambas eran conocidas como la “casquiverde” (Malta) y la “casquimona” (Pilsen), que tenía que ver con el color de las botellas, que llegaban de Suiza y Estados Unidos.
“Pero la llegada de una nueva máquina empacadora que requería que todas las botellas fueran del mismo tamaño para operar con eficiencia, hizo que se recogieran la mayor cantidad de botellas verdes y se incrementara el despacho de Pilsen en botellas ámbar”, relató Jaramillo.La era de la expansión
¡Claro!, había que salir de la aldea. Y en 1966 se crea la distribuidora Dupesa, que con una flota de camiones tenía la misión de surtir zonas como Santander, Cundinamarca y Boyacá. Los resultados fueron positivos. En Caldas se pasó del 2 por ciento al 20 por ciento del total de botellas vendidas.
Se afirma que a mediados de los 70, el tren de embotellado era el más veloz y moderno de Suramérica, “era un espectáculo asombroso y encantador”, resalta Jaramillo.
Los años 80 y 90 fueron etapas de desarrollo empresarial. Cervunión cambió sus tanques de 500 hectolitros por verticales de 26 metros de altura y capacidad para 10.000 hectolitros. Y se pasó de revisar 100 botellas por minuto a 1.200.
En 1995, Bavaria adquirió la mayoría de acciones y asumió el control de la empresa. En 1994, la empresa se había escindido: Cervecería Unión S.A. quedó como compañía de bebidas y Unión Valores S.A. como compañía inversionista.
En 2005, SABMiller, el segundo productor de cerveza del mundo, adquirió a Bavaria por 7.200 millones de dólares.