Hace unos quince años llegó a Colombia y Medellín se apropió de su práctica. Ya tiene un deportista de talla mundial como Pablo Andrés Mosquera.
Por Julio César Acosta V.
"Todos los días me acuesto y me levanto pensando en ser lo más creativo con el disco, porque en la coordinación, espectacularidad y originalidad están las virtudes de este divertido juego, que también ha sido mi inspiración como pintor". Así lo siente Pablo Andrés Mosquera, uno de los colombianos más reconocidos de la disciplina a nivel mundial.
El freestyle frisbee se ha vuelto una fiebre en varios barrios de Medellín y ya tiene entrenador."Lo que comenzó con movimientos simples, como atrapar el disco por detrás de la espalda, se ha convertido en una modalidad que agrada a la multitud con movimientos acrobáticos, saltos y volteretas", dice Juan Gonzalo Atehortúa, formador en las escuelas del Inder.
Según Atehortúa, esta disciplina tiene una historia larga. Surgió en Estados Unidos en los años cincuenta, para convertirse en uno de los juegos más conocidos en todos los parques y playas del mundo.
"Lanzar y atrapar es lo básico en la práctica del frisbee. El freestyle o estilo libre comenzó por la creatividad de algunos de sus practicantes, quienes le añadieron otros elementos de la danza y la acrobacia. Elasticidad, fuerza, coordinación y armonía hacen especial este hermoso deporte que sorprende a chicos y grandes", agrega el profesor.
Unos 75 freestyles, 15 adultos (conocidos como profesionales) y 60 niños distribuidos en cuatro escuelas del Inder: Blanquizal, Aures, cancha Don Bosco y otra ubicada a un lado del coliseo de combates, se forman en el arte de hacer el mayor número de trucos con un disco.
"De este deporte lo que más les gusta es el grado de dificultad para realizar un movimiento, es una disciplina que genera retos y esto les agrada a los niños. Por eso ha ido creciendo en los últimos años. Antes, los adultos llegaron del ultimate, ahora entran directamente a las escuelas".
A sus 10 años, Juan David Londoño es considerado uno de los freestyles con más futuro. En la cancha del barrio Blanquizal es toda una estrella, haciendo pasar el disco por diferentes partes de su cuerpo. Muchos tratan de imitarlo.