Hay una serie de Netflix que ha sido todo un suceso televisivo, se trata de Sex Education que, por ejemplo, en su primera temporada en 2019 fue vista por 40 millones de hogares en las primeras cuatro semanas y que, temporada tras temporada, ha aumentado notoriamente su audiencia. Además, ha sido catalogada favorablemente por la crítica por abrir debates culturales sobre la sexualidad, las relaciones y la identidad.
La serie, creada por la joven Laurie Nunn, terminará definitivamente con ocho episodios que se estrenarán este jueves 21 de septiembre. “Es un momento agridulce para Nunn, el elenco y todo el equipo detrás de la serie, que deben despedirse de los queridos personajes, historias y locaciones”, cuentan desde Netflix.
La imagen de la serie recae en dos de sus personajes: Asa Butterfield como Otis y la actriz Gillian Anderson como su madre, la doctora Jean. Pero también se destacan Ncuti Gatwa como Eric, Aimee Lou Wood como la rubia Aimee o Emma Mackey como Maeve.
Todo el equipo de la serie, liderado por Nunn, ha trabajado con la idea de abarcar varias temáticas, desde lo más cómico como el fetiche con el sexo alienígena de Lily hasta un tema tan complejo y serio como el acoso sexual que vivió uno de sus personajes, Aimee en un bus. “Desde el primer episodio, el mensaje para la audiencia fue claro: no eres raro, eres único, maravilloso y no estás solo. Los siguientes episodios trataron incluso más temas, como la asexualidad, la ansiedad, el dolor, la intimidad, la religión, la homosexualidad y la accesibilidad para las personas con discapacidad”, cuentan desde la producción.
Sex Education ha tocado los delicados no solo desde la producción, sino también fuera de la pantalla con paneles y conferencias en las que participa su creadora y algunos actores.
“Sentimos que estábamos haciendo algo importante. Es fundamental que las chicas y el público en general sepan que hay un sistema de apoyo para las personas que pasaron por esto”, contó la actriz Emma Mackey cuando se estrenó la segunda temporada que habló concretamente del acoso sexual.
Lo valioso de Sex Education es que toca temas álgidos metidos un poco entre la comedia romántica estadounidense de los ochenta y el drama británico de los sesenta y desde ahí genera conversación. “Creo que el éxito es una combinación de la honestidad con la que contamos estas historias y con la que mostramos a estos personajes y además que no usamos clichés o las típicas escenas de los dramas cómicos adolescentes. Creo que alteramos las expectativas que muchas personas tenían con respecto a los personajes, los errores que cometen y la manera en que sus historias progresan. El guion es muy ingenioso y entretenido. Es una serie que no se guarda nada: es honesta, directa, cercana y está dirigida a la perfección”, dice su protagonista Asa Butterfield.
En esta nueva etapa Maeve se fue de Inglaterra y se encuentra en Estados Unidos, lejos de sus amigos. FOTO Cortesía
Para todo el elenco piensa que Sex Education será recordada por mucho tiempo, especialmente por las generaciones más jóvenes. “Yo espero que ayude a los fans a encontrar su propia fuerza y también un mundo en el que puedan refugiarse y sentir que todo está bien, que es normal y que todos pasan por lo mismo.
La serie, en su núcleo, trata sobre el amor, la calidez y la amistad, como también sobre lo que significa ser adolescentes y adultos. Hay personajes con los que todos pueden conectarse e identificarse, y eso es muy especial”, concluyó Asa.
Queda la expectativa sobre si este final será el adecuado y si en ocho capítulos podrán darle el cierre que merece una serie que se ha mantenido en el top de las más vistas de Netflix. Casos se han visto y los televidentes no olvidan momentos frustrantes como los finales de Lost o Game of Thrones que no fueron los esperados y dejaron más de un sinsabor.
Por ahora, lo único claro es que se acaba Sex Education y que a la televisión le hará falta una serie como esa.