Al preguntarle sobre este personaje, la actriz de 43 años de edad, afirma que está agradecida con la vida por haberle puesto a Rosario en su camino.
“Yo me había leído el libro cuando tenía 18 años y lo amé, Rosario era mi ídolo, yo la lloraba , era un personaje que generaba muchas emociones, porque yo viví esa época de Pablo Escobar en Medellín y esa Rosario representaba la realidad muchas mujeres de esa época, fue condensar en ella el dolor de todas ellas”.
Sobre cómo construyó el personaje contó que lo que hizo fue recurrir a esas memorias emotivas de esa época y de manera natural salió Rosario. “Detrás de eso también hubo una preparación con mi coach actoral, Vicky Hernández, que es con la que siempre preparo mis personajes y así le encontramos un cuerpo y una voz, su tono, sus movimientos y así armamos el muñeco de la personalidad de Rosario.
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El elenco fue maravilloso, en muchas escenas casi que improvisábamos, teníamos un buen guión, entonces teníamos era muy fácil hacerlo, era dejarnos ir y dejarnos poseer por ese personaje”.
Sanación
La actriz dice que después de muchos años entendió que Rosario llegó a su vida para sanarla, para aliviar ese dolor, angustia e impotencia de esa violencia, que dejó un trauma en el ADN de nuestra sociedad.
“En ese momento de mi vida estaban pasando muchas cosas, tuve una ruptura con mi novio de ese momento, tenía una tusa horrible, entonces yo grababa y luego lloraba y de nuevo grababa. Me dio alopecia, se me caía el pelo del estrés. Yo estaba casi que actuando como el personaje.
Después de que termine el personaje le dije a mi manager que quería parar, irme de vacaciones. Necesité de muchos meses para depurar y limpiarme de toda esa carga emocional que tenía de este personaje, porque además me lo recordaban cada momento en la calle, yo no podía salir, era impresionante el reconocimiento, no me alcanzo imaginar lo que hubiese sido Rosario Tijeras en la época de las redes sociales”.
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México
En ese proceso de sanación , se fue México a hacer un proyecto, “fui a probarme en otro mercado y me terminé quedando 10 años viviendo allí, México me atrapó, en un momento que necesitaba tiempo de quitarme tanta violencia”.
A partir de ese momento tomó una decisión radical en su vida, de la que no se arrepiente: no quiso continuar haciendo este tipo de producciones.
“No quiero darle más apología al crimen, estaba harta, así que dije no más. Siento que debemos cambiar el foco en las historias. No está mal que las contemos, pero ya dejemos de aplaudir a estos personajes como si fueran héroes. Le deberíamos darles más foco a las víctimas, cambiar el fondo de estas historias”, afirma María Fernanda, a la que le gustaría volver a meterse en la piel de Rosario, pero “transformada”.
En medio de esa determinación apareció la oferta para volver a hacer La Diabla, en Sin senos no hay paraíso.
“Fue difícil entregar el personaje, decirle no al dinero, al reconocimiento bueno y a un montón de cosas, pero no me arrepiento”, ratifica la actriz, que por estos días vemos de chef.
Quiere aprovechar esta nueva repetición de Rosario Tijeras (de lunes a viernes, a las 10:00 p.m., por A&E) para verla completa, porque solo la ha visto por capítulos o tramos.
“Rosario es un mito y un hito de la televisión y de la literatura colombiana“, dice María Fernanda, al agradecerle al escritor Jorge Francia haber escrito Rosario, un personaje que condensó el dolor de todas las mujeres de esa época.
Master Chef
La actriz reconoce que antes de este formato solo sabía cocinar lo básico, comida tradicional.
“Me lo voy a gozar, quiero aprender mucho, la competencia más dura será conmigo misma, más que con mis compañeros”, dice María Fernanda, que dice que su peor preparación fue la del primer episodio.
Contó que ya le habían hecho la invitación para estar en Master Chef, pero que esta vez se animó gracias a la curiosidad que le despertó la cocina, luego de que le tocó cambiar los hábitos alimenticios, por un tema de salud.
Su gran punto débil en el programa dice que es el manejo del tiempo.
