A Jessica le gustan los retos, por eso cuando estaba en su mejor momento en Colombia decidió irse para Estados Unidos, para comenzar casi desde cero su carrera en la televisión.
Con esfuerzo, disciplina y algunas lágrimas, tal y como ella misma lo confiesa, se ganó un espacio en el mercado latino en Estados Unidos. Justo cuando ya era reconocida y su trabajo admirado, aceptó la propuesta de Caracol para ser la copresentadora de Yo me llamo.
En un par de meses regresará a Estados Unidos, para luego ir a Perú a grabar una película, mientras espera el estreno de la cinta animada Condorito, en la que le pone la voz al sensual personaje de Yayita.
Desde hace rato se hablaba de tu regreso al país ¿Cómo se dio lo de Yo me llamo?
“Esta vez se dieron las cosas, estoy muy contenta de hacer parte de Caracol, es la primera vez que estoy trabajando con esta casa y me han tratado muy bien. Son como una familia. Esta ocasión regresé porque obviamente me gustó mucho el proyecto, además puedo estar con mi familia, con la gente que amo y en mi país. Regreso después de dos años y medio entonces estoy contenta”.
¿Qué pasó con tus proyectos en el exterior?
“Los proyectos en los que estaba eran muy lindos, las puertas no se han cerrado afuera, quedan los contactos y las ganas. Voy a estar en Colombia por cuatro meses aproximadamente y cuando pase el tiempo estaré nuevamente, con la ayuda de Dios, trabajando afuera, que no es fácil, es muy duro, es un mercado muy competido pero en lo personal puedo decir que tuve una experiencia muy grata. Entonces, por ahora estoy concentrada en esto, en dar lo mejor, en compartir con los televidentes y con los concursantes”.
¿Qué balance haces de ese paso por México y Estados Unidos?
“Te enfrentas a un mercado completamente diferente, porque así tengas un poco de experiencia en tu país cuando llegas compites con el mundo, tú no eres nadie, entonces debes empezar pasito a pasito, a forjarte un nombre en la industria, entre los artistas y la audiencia.
Si aquí en Colombia la experiencia es dura imagínate como es en el exterior, se triplica todo. No solo estás con colombianos sino con ecuatorianos, peruanos, mexicanos, puertorriqueños, se te abre el mundo.
En mi caso el balance siempre fue muy positivo porque siempre di lo mejor. Tuve la oportunidad de trabajar en programas que son íconos en el mercado hispano, como El gordo y la flaca, compartir con ellos fue muy genial, después en Sal y Pimienta trabajando de primera mano con esos actores que crecí viendo en pantalla”.