En los momentos finales de la quinta temporada, la reciente presidenta de Estados Unidos, Claire Underwood (Robin Wright), giró hacia la cámara y le dijo a la audiencia: “Mi turno”. Esa mirada y esas palabras tienen a los seguidores de House of cards enganchados y expectantes sobre lo que sucederá en la última parte de esta serie de suspenso político.
El primer capítulo se vio el 1 de febrero de 2013. Pasaron seis años desde que Netflix posicionó la historia del congresista Frank Underwood (Kevin Spacey), un demócrata de Carolina del Sur, junto con su esposa Claire, quienes juntos buscaron el poder como fuera.
Muchos espectadores pensaron que no iba a haber final. Hace un año, el 30 de octubre de 2017, el servicio de streaming anunció que la sexta temporada sería la última, luego de las acusaciones de conducta sexual inapropiada contra Spacey, quien fue despedido por ello, y los escándalos que se produjeron en el contexto de denuncias de los movimientos de #MeToo en Estados Unidos.
Pareció ser incluso una premonición, en uno de los discursos de Frank Underwood, pronunciado por Kevin Spacey: “Un gran hombre dijo una vez, todo se trata de sexo. Excepto el sexo. El sexo es sobre el poder”.
En diciembre del año pasado Netflix anunció que la última temporada sería lanzada hoy, 2 de noviembre de 2018, y aquí está. Estos son algunos de los hitos y referentes importantes que ha dejado esta serie original de la plataforma.
Aprender del usuario
House of cards se convirtió en un éxito mundial gracias a un algoritmo. En febrero de 2013 los usuarios estaban acostumbrados a ver las series a cuenta gotas, bajo el calvario inclemente de esperar un próximo capítulo por semana. En esa ocasión Netflix se atrevió a lanzar temporadas completas, y le funcionó.
“El programa dejó abierto la idea de cómo el big data puede tener muchas potencialidades e ideas para los guionistas; ayudan a conocer cuáles son las intenciones de las audiencias”, explica Diego Fernando Montoya, director del Festival Internacional de Series web de Medellín, Fis Med.
En efecto, los datos que recoge la plataforma sobre los hábitos de los usuarios –big data– le sirvieron a los showrunner, productores ejecutivos, y en quienes está todo el control de la historia, para valorar si valía la pena invertir millones de dólares en hacerla.
No se conocen detalles, pero sí que Netflix comenzó a automatizar estas valoraciones a partir del uso de la aplicación (machine learning). Algunos de los elementos que tuvieron en cuenta para sus análisis fueron las búsquedas que los usuarios hacían, los dispositivos que utilizaban, el tiempo que invertían en esta, cuánto tiempo permanecían viendo cada contenido, el día de la semana predilecto o si veían capítulos completos o parciales.