Han pasado 30 años desde que Iván Lalinde apareció por primera vez en televisión, fue en Teleantioquia, en el programa Pantalla Gigante, donde no solo era el presentador, sino asistente de dirección.
Ese fue el inicio de una prolífica carrera, que lo tiene hoy como presentador de La Voz Kids, al lado de Laura Tobón, en el programa más visto en la pantalla chica colombiana.
A la par de su faceta como conductor, Iván ha desarrollado varios proyectos personales en las redes sociales. En una de las pausas de grabación del concurso musical, Iván habló con EL COLOMBIANO acerca de este proyecto y sus tres décadas al aire.
¿Cómo se ha sentido al frente de La Voz Kids, cómo ha vivido esta temporada?
“Me lo estoy disfrutando mucho más, es mi segunda vez, ya conozco el terreno, la temporada pasada apenas estaba conociendo muchas cosas, disfruto mucho ver el programa al aire, lo que más me gusta de este oficio es transmitir tanto amor, la gente ve La Voz Kids y es feliz, porque es un programa bonito y eso me emociona”.
¿Le gusta verse en pantalla, es televidente de La Voz Kids?
“Me lo veo, porque es una cosa muy diferente hacer el programa que verlo editado, en los viajes, por ejemplo, en los que vamos a entregarles a los niños las invitaciones verlo editado es maravilloso, lo mismo pasa con las conversaciones de los jurados con los niños y las emociones de los concursantes, recordar esos momentos frente a la pantalla es emocionante”.
¿Y cómo controla las emociones?
“Este año me hice el propósito de no llorar tanto porque ya me daba pena ser tan llorón, siento también que he madurado y que las lágrimas se han secado un poco con todas las cosas que han pasado en la vida, la partida de mi mamá me secó mucho y ya no lloro tan fácil, igual me conmueven las historias.
Uno sabe que todos los niños que participan, pasen o no pasen, se giren o no los jurados, ya ganaron, ellos con sus gestos y cada palabra que expresan enseñan cada día como vivir. Luego de ver sus historias y las dificultades que llevan, cómo persiguen sus sueños e ilusiones, uno dice que esos niños son maestros, terapeutas.
Yo esta semana tuve un día malo, estuve tristongo, se me alborotó la mamitis, la casitis, la medellinitis, la hermanitis, todo junto, estaba bajo de ánimo, pero me puse a ver a esos niños cantar y me reactive cuando salió uno a decir que la canción estaba dedicada a la mamá que estaba en el cielo, y que le estaba hablando con su música.
Ahí es cuando digo que los niños son terapeutas con sus historias que son inspiradoras”.
¿Cuánto tiempo lleva en la televisión?
“Voy a cumplir este año 30 años, comencé en 1994, en Teleantioquia, en Pantalla gigante, luego estuve con Comfama con La Fórmula, también hice Corriente alterna en directo. Inicié como presentador y asistente de dirección de Pantalla gigante”.
¿Siempre vio ese camino como proyecto de vida”
“Desde que me presenté a estudiar Comunicación social y periodismo en la UPB siempre tuve como objetivo trabajar en televisión, el primer día que entré al estudio de televisión de la universidad de una sentí un corrientazo, me di cuenta de que era lo que quería hacer en la vida. Ya trabajando en Teleantioquia, un día que iba a hacer una grabación de deportes extremos, por allá en Matasanos, dije ‘me pagan por esto, qué felicidad’, ese día dije que quería llegar muy lejos y he contado con suerte y muy buenos amigos en el camino”.
Ahora está de emprendedor...
“Yo lo llamo búsquedas, siempre me ha gustado el tema de los emprendimientos y quiero aprovechar las comunidades de las redes sociales, a las que se le llega directamente, sin intermediarios, para mis proyectos.
Es la gente la te va pidiendo y demandando cosas de acuerdo a lo que sos, así nació Upa Pues, que es la marca de las cosas que hago y uso, como los aceites esenciales y el kit de armonía diaria, creo mucho en los poderes de los olores y la aromaterapia, ahí estamos haciendo cosillas para las comunidades de las redes sociales.
También dicto charlas, porque el tema de la vida y la muerte me encanta, tengo una conferencia que se llama Sí o sí, la vida sigue”.
¿Cómo cultivó su faceta espiritual?
“Es un momento que uno va buscando a medida que va creciendo y van pasando las décadas, es una búsqueda constante de tranquilidad, que llega un punto en el que hay que dejar de correr tanto y estar con uno mismo, siempre he estado de lado de Dios, en mi casa nos criaron con ese sentido, creo en todas las fuerzas espirituales, todo el tiempo estoy buscando información de cuál es el objetivo de estar acá”.