Miguel Piedrahíta pasó de ser un fiel televidente del exitoso formato Shark Tank, en sus ediciones del Reino Unido, Estados Unidos, México y Colombia, a ser uno de los “tiburones” encargados de darles alas a muchos de los emprendedores que van al programa a exponer sus ideas de negocio.
Piedrahíta, paisa, que durante más de tres años fue el CEO de MAAJI, una marca de trajes de baño, y en su extensa y laureada hoja de vida ha hecho parte de las juntas directivas de empresas como Odinsa, se suma a los “tiburones” Alexander Torrenegra, Álvaro Rodríguez, Andrea Arnau, Hanoi Morillo, Mauricio Hoyos, Miguel McAllister y Samy Bessudo, en una nueva edición de Shark Tank Colombia.
Este año el programa tendrá dos fases: la primera comenzará el 9 de septiembre a través de YouTube y la segunda se estrenará el 27 del mismo mes a través de la señal de Sony Channel.
EL COLOMBIANO dialogó con Miguel Piedrahíta acerca de esta nueva etapa de su vida, de pasar del mundo empresarial al entretenimiento, apoyando a los emprendedores que participan en Shark Tank Colombia.
“Fue supermaravilloso, me parece que uno debe atreverse a hacer cosas arriesgadas y vivir nuevas experiencias. Yo soy una persona del sector privado y decidí exponerme públicamente porque creo que el programa tiene una propósito muy válido y es educar en emprendimiento a un país que lo necesita y por esa razón me sumé”, explica el empresario su presencia en el programa de TV.
Reconoce que sintió muchos nervios la primera vez que pisó el set, al ver a más de 200 personas haciendo todo lo posible para que el programa fuera una realidad y los emprendedores tuvieran una oportunidad de exponer sus ideas.
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“Me sentí relativamente natural después de las primeras dos o tres sesiones, los demás tiburones tuvieron una generosidad enorme en recibirme con los brazos abiertos. Los conocía a todos de manera directa o indirecta, primero porque era uno de los televidentes que veía todas las semanas los capítulos. Con cada uno de ellos sentía afinidades de admiración y el programa hizo que eso creciera”, anota Piedrahíta.
Destaca que se complementaron muy bien, que los “tiburones” tienen unas competencias más desarrolladas en algunas disciplinas de los negocios y eso ha sido vital.
“No te voy a negar que cuando no estás sentado al frente de un emprendedor, que con toda su valentía se para a contar no solamente sus sueños, sino también sus miedos, uno debe tomar una decisión que va entre la lógica y la emoción. Yo creo que uno debe hacer lo correcto y lo correcto no es lo popular. Lo correcto es que si tiene méritos de inversión, va a haber una inversión, y si no los tiene todavía hay que dar una retroalimentación”, cuenta sobre el complejo momento de decirle no a un emprendedor y su negocio.
Consejos de un “tiburón”
Al explicar porque muchos de los emprendimientos que comienzan con tanta fuerza desaparecen al poco tiempo, Miguel Piedrahíta señala que el 80% de los que no avanzan en el país es por la falta de caja o porque el producto no encaja bien en el mercado.
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En ese sentido entregó las claves que debería tener cualquier persona antes de emprender un negocio.
“Uno para ser un buen profesional tiene que ser primero una buena persona y eso implica rodearse bien, uno no hace nada solo, requiere talento para que las cosas pasen. Los emprendimientos que tienen un grupo complementario de competencias tienen más probabilidades de avanzar”.
El segundo punto es que los emprendimientos deben tener una clara orientación a generar excedentes, “si no se generan excedentes, hay incapacidad para crecer. La empresa está para crear y capturar riqueza y después distribuirla”.
Y tercero es que cuando se crea empresa y nunca se quiere dejar se le va a meter tanta pasión y va a tener un alma y un espíritu tan potente, “que es la que te van a quitar de las manos, la que todos quieren comprar, pero cuando hay emprendedores que lo que están buscando venderla sin comenzar hay una desorientación en el propósito que esa empresa crezca e impacte positivamente y genere excedentes”.
¿Qué es Shark Tank?
Es un multi-premiado formato televisivo que brinda a un grupo de emprendedores la oportunidad de darles mayor visibilidad a sus proyectos, tratar de asegurar fondos de inversión para los mismos, y recibir una buena dosis de consejos provenientes de la experiencia de los inversionistas.
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A lo largo del ciclo, los aspirantes exponen sus proyectos ante el panel de tiburones (inversionistas), con la esperanza de lograr respaldo económico y transformar ese proyecto o idea en un floreciente negocio y de la mano de al menos uno de los tiburones.
Este proyecto fue aprobado para recibir el incentivo CINA (Certificado de Inversión Audiovisual), otorgado por el gobierno colombiano y administrado por Proimágenes Colombia, el cual consiste en un descuento tributario equivalente al 35% del gasto en servicios audiovisuales en el país.
