En tan solo febrero de este año se estrenaron en las plataformas de streaming tres series colombianas, con reconocidos actores nacionales y con historias, globales, aunque con todo el contexto local.
Netflix le apostó a La primera vez, una serie ambientada en la década de los 70, escrita por Dago García, con las actuaciones de Santiago Alarcón, Chichila Navia y Verónica Orozco; Prime video lanzó Manes, un remake de Hombres, producción criolla de 1996, con un amplio reparto que incluye figuras como Sebastián Carvajal, Diego Cadavid y Laura Londoño, mientras que Disney+ se la jugó con una serie musical, El Club de los Graves, que tiene como gran gancho el regreso de Carlos Vives a la actuación, tras 30 años de ausencia.
Estos lanzamientos no son una coincidencia o un hecho aislado, sino que responden a una estrategia de las plataformas de ofrecer más contenidos nacionales, un camino que comenzó Netflix en 2015 con Narcos y que luego siguió con Distrito Salvaje.
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“Estas grandes plataformas han puesto sus ojos en la ‘localidad’ y Colombia es un territorio clave en América Latina, junto a México, Brasil y Argentina, que son los países que más contenidos originales producen”, cuenta Verónica Heredia, decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Medellín.
La especialista recalca que a Colombia, a partir de la producción de Narcos y posteriormente con Distrito salvaje, se le reconoce la capacidad instalada y, de producción, con talento creativo y actoral con estándares internacionales “ese es el antecedente más relevante”.
Heredia expresa que las plataformas buscan ser pertinentes y relevantes en lo local y que ese contenido funcione globalmente. “Materializan el concepto de aldea global de McLuhan”.
Deberían ser más
El libretista César Augusto Betancur, conocido como Pucheros, que ha escrito series como La Selección y Hermanitas Calle, y actualmente está al frente de la adaptación de la vida de Rigoberto Urán, expresa que esa tendencia es normal, que al contrario deberían haber muchas más producciones, teniendo en cuenta que en el país hay dos canales privados (Caracol y RCN) y muchas productoras que constantemente están generando contenidos.
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La proliferación de series colombianas en las plataformas ha coincidido con el bajón en los índices de sintonía de RCN y de Caracol.
Al respecto, la decana de la Facultad de Comunicación de la U. de M. expresa que sí los afecta, porque aparecen nuevos “jugadores” en escena, pero que a la vez que son competencia son una oportunidad, “porque las plataformas necesitan aliados estratégicos y por eso recurren a los productores y actores locales”.
Prueba de ese tema es la producción Vicente Fernández que Caracol hizo para Netflix y que se vio tanto en la plataforma como en el canal.
Prime, por su parte, retransmitió Leandro Díaz y es socio de RCN en la producción de la serie sobre Rigoberto Urán, que se comienza a grabar la otra semana.
Pucheros aclara que esa unión es fundamental para lograr proyectos de alto nivel, que por cuestión de costos serían muy difíciles de realizar.
Sobre ese sentido Juancho Parada, bloguero y analista de televisión, expresa que se corre el riesgo que los privados, por producir para plataformas, descuiden el mercado local, hecho que se refleja en la pérdida de televidentes.
Lo que viene
Además de Manes, La primera vez y El Club de los Graves para este año la agenda de lanzamientos de productos con sello colombiano es amplia.
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Prime acaba de terminar el rodaje de la temporada de Primate, basada en hechos reales y ficcionados del actor Christian Tappan. En la lista de esa plataforma están pendientes de estreno Los Iniciados, Gospel, Los Billis y la versión local de la serie original LOL: Last One Laughing Colombia.
Mientras que Paramount está en las grabaciones de la cuarta temporada de El Capo, con Marlon Moreno, Brayan Moreno y María Adelaida Puerta.
