La modelo y psicóloga colombiana Paola Cazarán dice con orgullo ser “zamba” porque es “mitad negra y mitad indígena” y que ahora abraza esa identidad que en algún momento la avergonzó y la hizo sentir insegura.
Ella, al igual que cientos de personas en Colombia, tiene una historia extraordinaria, llena de resiliencia y de lo que nosotros llamamos “empuje” o “berraquera”. A su padre lo asesinó la guerrilla cuando ella tan solo tenía cuatro años y eso la obligó a “desligarse” de toda la “visión negra”, ya que su madre era indígena; por lo que creció siendo diferente en su comunidad.
No se sentía acogida, no se sentía querida y no se sentía bonita; sin embargo, en medio de la inocencia y, por supuesto, del amor, su hermana, quien escasamente le llevaba un par de años, de alguna manera la ayudaba a aceptar y acoger sus raíces con respeto. Le decía que era como la supermodelo británica Naomi Campbell, un referente tan grande como lejano.
Pasaron los años y Paola se convirtió en una mujer estilizada, elegante, imponente. De hecho, Naomi Campbell ya no era tan lejana, su imagen se habría transformado no solo un referente que se veía en revistas o en la televisión, sino en uno “uno de los primeros pasos” para lograr la representatividad e inclusión en las pasarelas que hoy Paola recorre y ante las cámaras que hoy se rinden ante la colombiana.
Ahora Paola es la abanderada, la “elegida”, para mostrarle a las niñas, especialmente a las colombianas y latinoamericanas, que en el modelaje existen muchos rostros, que en el modelaje encajan muchos tipos de cuerpos y de pieles, que en el modelaje hay espacio para todos... Así vengas de un pueblito, así seas “zamba”.
Por eso, Paola asegura que al tener esta “plataforma tan grande como el modelaje” que tiene tantos “privilegios” ella quiere usarlos para “impactar positivamente”, porque en definitiva lo que a ella la mueve, la motiva, la hace trabajar día a día es lo social.
EL COLOMBIANO conversó con Paola Cazarán tras su participación en Colombiamoda, la última asegura ella, sobre su historia, el modelaje, el activismo y el trabajo con las comunidades.
Paola, ciertamente es una colombiana que ha superado tantísimas cosas para llegar a las grandes pasarelas del mundo: Nueva York, Milán, París. ¿Cómo comenzó en el mundo del modelaje?
“Cuando estaba muy pequeña, me hacía mucho bullying y vivencié muchos momentos de discriminación racial. Me hicieron creer que ser negra era lo peor que me había pasado en la vida.
A ver, a mi padre lo asesinó la guerrilla cuando tenía cuatro años y mi mamá era indígena, entonces, me desligué de toda la visión negra y tuve muchos problemas de identidad. Pero mi hermana me decía que era como Naomi Campbell para trabajar en mi autoestima.
Hasta que me inscribí a un concurso de modelaje en Villavicencio y me lo gané. Luego de eso, se despegó la carrera, pero a través de los años te das cuenta de que todo lo que haces debe tener un propósito y ser modelo, a su vez, conlleva muchos privilegios y mi propósito es usarlos para poder impactar positivamente”.
¿Y cuál cree que ha sido su mayor motivación para llegar donde está? Porque tengo entendido que no solo es modelo, sino que también es “activista” de los derechos afro.
“Los derechos de las mujeres afrodescendientes, esa ha sido mi motivación. Puedo conectar el privilegio del modelaje con la ‘transformación de vidas’. Porque al principio todo lo del modelaje fue por mi autoestima y autoaceptación, pero ahora me doy cuenta de que esto le muestra a otras niñas que también lo pueden lograr, pues ellas se pueden identificar y creer en su sueño”.
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En esta lucha de representación de la comunidad afro en el mundo de la moda, ¿qué cree que ha sido lo más retador?
“Lo más retador es hacerle entender a las marcas el valor de lo diverso desde lo cotidiano, porque no hay un molde.
Yo soy zamba: mitad negra y mitad indígena. Y eso ha sido retador porque a veces dicen ‘estás linda, pero a la gente no le va a gustar’, pero es trabajarlo con las marcas, enseñarles a valorar la diversidad. Es un tema de inclusión y de representación.
Igual también hay que comprender que en el modelaje las situaciones que a mí me generan privilegio, a otras personas las ponen en posiciones no tan favorecedoras; eso que yo defiendo a unas personas las beneficia y a otras tal vez no las favorece. Ese choque es algo confrontativo”.
Sé que ha estado haciendo un gran trabajo en el exterior con el modelaje y el activismo, pero ¿qué sintió al volver a Colombiamoda este 2024?
“Estaba preparándome hace mucho tiempo para esto. He podido trabajar con marcas sostenibles, que trabajan con materia prima ecológica, entonces te dan una visión diferente
Además, estoy muy feliz porque este año ya no se trata solo de Paola, sino de toda la gente que estoy representando y el mensaje que puedo enviar a través de mi participación. Entonces, los otros Colombiamoda de pronto eran algo más ‘banal’, algo más ‘efímero’, pero este tiene propósito, tiene sentido y tiene mucha consciencia”.
¿Y hay algo que pueda destacar de Colombiamoda a la luz de otros eventos internacionales como Milán o París Fashion Week?
“Creo que Colombiamoda sin duda rescata los talentos más brillantes de todo Colombia. Es un espacio donde se celebra la diversidad, donde ves mujeres y hombres bellísimos de todos los rincones de Colombia y me parece increíble que la moda siga siendo ese acto político que visibiliza a todas estas personas y les da la oportunidad de vivir y experimentar lo que sería un ‘fashion week’ afuera”.
Teniendo en cuenta que evidentemente ha estado en escenarios internacionales y otros contextos socioculturales, ¿qué considera que ha logrado a partir de su rol como modelo?
“En primera instancia, una reconciliación. Durante mucho tiempo estuve conflictuada y fui mi peor enemiga y creo que todo el trabajo que he hecho en la industria del modelaje me ha permitido reconciliarme conmigo misma y celebrar esas cosas que en algún momento pensé que eran lo peor, como ser negra o pertenecer a una etnia.
Segundo, sin duda alguna, ser esa voz de esas situaciones de las que a veces las personas no hablan. El año pasado, en San José del Guaviare, hice un taller sobre desarrollo personal en autoestima y proyecto de vida, lo hice enlazado con un taller de modelaje y, en teoría, lo que hago es que a través del modelaje se pueda generar un cambio significativo y un propósito... Darle esa mirada política que realmente tiene la moda”.
Comentó algo interesante y es que a partir del modelaje y de su participación en pasarelas nacionales e internacionales, puede empoderar a las niñas y mostrarles que sí hay espacios para la representación. ¿Ha tenido alguna experiencia cercana con algún joven?
“La verdad, sí. Muchas niñas se me acercan, incluso en Colombiamoda, y me dicen ‘eres mi referente’, ‘me encanta lo que haces’.
De hecho, yo estuve en el Miss Universe Colombia en 2020. Me fui con el cabello afro natural. En aquella ocasión, muchas personas me escribían a través de redes sociales y me decían que a pesar de no haber ganado, mi participación en el MUC les daba visibilidad y mostraba que el cabello afro también es hermoso.
Entonces, si se puede medir el impacto a través de los ‘feedback’ que me hace la gente, el trabajo ha sido increíble. Y esto lo hago por y para ellos, por y para la cultura. Espero de hecho tener más espacios para hablar sobre estos temas sociales, porque soy una abanderada de la diversidad y de la inclusión”.
Se le nota la pasión y el orgullo y, como ya mencionó, detrás hay un gran trabajo de aceptación y reconocimiento, entonces, ¿qué le diría a la Paola de hace 13 años, antes del boom del modelaje?
“Debo decir que yo hace 13 años no hubiera imaginado que esto estaría pasando. Jamás me hubiese imaginado dando entrevistas de representación y diversidad, en medio de un descanso de Colombiamoda.
Sin embargo, yo creo que cuando uno entiende que la vida es una causa y está llena de propósito, esos cambios se empiezan a dar.
Entonces, le digo a la Paola de hace 13 años que no importa que tan fuerte el mundo te golpee, tú siempre tienes algo adentro más fuerte y mejor golpeando hacia afuera. Todas las situaciones que te suceden es porque tu vida está llena de propósito y necesitas que te pasen para poder representar todas esas realidades, porque eres solo una de muchas”.
Y con miras ahora hacia el futuro, ¿qué se viene para Paola en los próximos meses? y, por qué no, ¿qué se viene para Paola en cinco años?
“En los próximos meses estaré trabajando entre México y Nueva York. Luego me concentraré en el New York Fashion Week, ahí estaré haciendo presencia.
En temas de activismo me gustaría que vinieran más cosas, de hecho, me gustaría trabajar en algo relacionado con opinión, tal vez en alguna columna en un medio, para hablar de temas de diversidad e inclusión o tener ‘lecturas sociales’.
Me veo siendo embajadora de Colombia, asistiendo a galas de Unicef o a alfombras hablando de realidades sociales.
Ciertamente, me veo más consolidada como modelo, más consolidada como marca personal y siendo una vocera ante el mundo”.