Sean “Diddy” Combs, uno de los empresarios más influyentes del hip-hop, enfrenta el mayor colapso de su carrera. Lo que alguna vez fue un imperio musical multimillonario se ha visto empañado por una serie de acusaciones de tráfico sexual, crimen organizado y abuso de poder. Un extenso reportaje del diario británico BBC revela nuevos testimonios de antiguos empleados de Bad Boy Records, quienes describen un ambiente de intimidación, excesos y explotación, donde el dinero y el poder permitieron a Combs operar con impunidad durante años.
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Las amenazas de Combs según exejecutivos de Bad Boy Records
En 1997, Daniel Evans, exejecutivo de Bad Boy Records, presenció una escena que nunca olvidaría. Según su relato a la BBC, Combs amenazó de muerte a un empleado con una frialdad escalofriante:
“Tengo tanto dinero ahora que podría contratar a alguien para que te mate y nadie lo sabría. Nadie te echaría de menos. Nadie sabría nada”.
Evans asegura que esa declaración reflejaba cómo la fortuna y la fama estaban transformando a Combs. Si bien siempre fue un hombre de carácter fuerte, su creciente poder lo convirtió en alguien “irritable” y cada vez más agresivo.
Días antes, Bad Boy Records había recibido un pago de 6 millones de dólares como reconocimiento a su éxito en la industria. Era el punto más alto de la carrera de Combs, quien no solo dominaba el hip-hop, sino que expandía su imperio hacia la moda, los licores y la televisión.
Pero mientras su fama crecía, tras bambalinas se gestaba un ambiente tóxico de abuso y control.
Más de 20 personas que trabajaron con Combs, incluidos exejecutivos, asistentes y productores, contaron a la BBC episodios perturbadores ocurridos durante el auge de Bad Boy Records.
Testimonios sobre presunto tráfico sexual y uso de fondos corporativos
Uno de los testimonios describe cómo Combs mantenía relaciones sexuales en el estudio de grabación Daddy’s House, a veces con mujeres que parecían estar bajo los efectos de sustancias. En un incidente de 1995, Evans relató que abrió la puerta de una sala y encontró a Combs teniendo sexo con una joven que no reaccionó ante su presencia.
“Pensé que me estaba despidiendo en ese momento”, dijo Evans, quien recordó que la mujer había sido llevada al estudio por un promotor de fiestas. Aunque en ese momento no le pareció extraño, hoy se pregunta si estaba drogada o simplemente era muy tímida.
Otro testimonio señala que una empleada se quejó de que Combs le pedía que le trajera condones en plena madrugada.
La BBC también recopiló información sobre el presunto uso de fondos corporativos para trasladar en avión a mujeres de todo el país con el propósito de tener sexo con artistas y empleados del sello.
“Si tenían una especialidad (sexual) en algo, las traían en avión”, afirmó Evans, quien, como ejecutivo de Bad Boy Records, manejaba los presupuestos y pudo verificar que estos gastos se registraban bajo “viajes de grabación”.
Las denuncias de agresión sexual contra Combs
Las acusaciones contra Combs no solo abarcan su época de mayor éxito en los años 90, sino que se extienden hasta la década de los 2000. En mayo, enfrentará un juicio clave por cargos de tráfico sexual y crimen organizado, además de varias demandas por agresión sexual.
Una de las denunciantes alega que, en 1995, Combs la violó en el suelo de un baño durante una fiesta promocional de The Notorious B.I.G., la estrella más importante de Bad Boy Records.
“Me dijo que si hablaba, desaparecería”, asegura la mujer en su denuncia.
El abogado Tony Buzbee, quien representa a decenas de presuntas víctimas, afirma que la conducta de Combs se volvió “cada vez más atroz con el tiempo”.
Otra denunciante, la modelo Crystal McKinney, afirma que en 2003, el rapero la emborrachó y drogó antes de agredirla sexualmente en el estudio Daddy’s House.
Ese mismo año, otra mujer presentó una demanda en la que asegura que Combs y dos asociados la violaron en grupo en el estudio cuando tenía solo 17 años.
El equipo legal del magnate ha negado todas las acusaciones, argumentando que se trata de un intento por dañar su reputación.
“Estas afirmaciones carecen de fundamento. El señor Combs nunca ha agredido ni traficado con nadie. La verdad prevalecerá en el juicio”, aseguraron sus abogados en un comunicado.
La caída del “Gran Gatsby” del hip-hop
Desde el inicio de su carrera, Combs se describía a sí mismo como el “Gran Gatsby”, un hombre que organizaba las fiestas más exclusivas y lujosas, donde el exceso era la norma. Sus famosas ”Fiestas Blancas” en los Hamptons eran frecuentadas por celebridades y empresarios de alto perfil, incluido el presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Pero su imperio empezó a tambalearse en noviembre de 2023, cuando su expareja, Casandra Ventura (Cassie), lo demandó por abuso y tráfico sexual. Un día después, Combs llegó a un acuerdo extrajudicial para evitar el juicio, lo que aumentó las sospechas sobre su culpabilidad.
En mayo de 2024, un video filtrado mostró a Combs golpeando brutalmente a Cassie en un hotel de Los Ángeles en 2016. Estas imágenes, según excolaboradores, mostraban el mismo comportamiento violento que presenciaron décadas atrás.
“El tipo del video con Cassie es casi idéntico al tipo que amenazó a aquel empleado en 1997. ¿Ha cambiado algo realmente?” se pregunta Evans.
Combs ha pasado por varias transformaciones públicas, cambiando su nombre artístico de Puff Daddy a P. Diddy, luego Diddy, y más recientemente a Love.
En una entrevista en 2015, trató de explicar sus múltiples personalidades: “Si actúo de manera loca, como ‘¡ahhh!’, ese soy Diddy. Si estoy bailando muy suave con una chica, ese soy Puff Daddy. Y si parezco nervioso o tímido, ese soy Sean”.
Hoy, la pregunta que muchos de sus allegados se hacen es si alguna vez conocieron al verdadero Sean Combs.
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“Podríamos pensar que simplemente es un ser humano repugnante, pero ese no es mi recuerdo de Puff”, dice a BBC Jimmy Maynes, excolega de Combs en Uptown Records.
Tras una pausa, agrega:
“O tal vez el dinero simplemente le da a la gente la libertad de ser exactamente quien realmente es, y él fue ese tipo todo el tiempo”.
