El norte que trazó la firma sueca Volvo es claro: a partir de 2030 todos los vehículos que venda serán 100% eléctricos, dejando atrás los motores a combustión.
Ese fue el compromiso que firmó con la ONU en la COP26 y hacia ese propósito dio un nuevo paso con el lanzamiento del C40 Recharge, con el que esperan una conquista definitiva del mercado en Latinoamérica.
La semana pasada los C40 rodaron por primera vez en calles latinoamericanas, en una prueba de manejo por la autopista entre Ciudad de México y Cuernavaca, encarando el tenaz tráfico capitalino y atravesando la famosa curva La Pera, el tramo más peligroso y de mayor accidentalidad en México, desafíos suficientes para mostrar sus cualidades.
Este SUV coupe es el primer vehículo eléctrico que Volvo diseña desde cero, pues su más cercana referencia, el XC40 también ofrece una línea con motor a combustión. De manera que la marca concentró toda la experiencia y tecnología adquirida hasta ahora para crear este modelo 100% eléctrico desde su concepción.
Esa experiencia y tecnología se tradujeron en un automotor de dos motores eléctricos P8 AWD (All Wheel Drive), capaces de generar 408 caballos de potencia y 660 N.m de torque.
Al incorporar el sistema de propulsión totalmente eléctrico con tracción en las cuatro ruedas y la batería de alta tecnología de 78 kWh, el auto ofrece una autonomía de alrededor de 440 km con una sola carga. Y con un sistema de carga rápida, la batería llega hasta el 80% de su capacidad en 40 minutos.
El C40 Recharge tiene un diseño que optimiza la aerodinámica, lo que repercute en mayor autonomía y la capacidad de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,7 segundos, con un límite 180 km/h.
Uno de los aspectos más destacados en la búsqueda de un vehículo práctico y seguro es la función de One Pedal Drive que se puede activar en el interior del vehículo y hace que la aceleración y el frenado sean mucho más sencillos usando solo un pedal. Así, para acelerar basta pisar el pedal y, para frenar, basta con ir relevando el pie y el coche se detendrá según la fuerza que se ejerza.
El plus de esta función es que permite la regeneración de energía.
Esta funcionalidad se suma a las asistencias de conducción más avanzadas, como una moderna cámara de 360 grados, que junto con Cross Traffic Alert (CTA), con frenada automática, asiste y evita choques al llegar o salir de un sitio de parqueo.
Incluye también la City Safety, una tecnología que reconoce a peatones, ciclistas y animales grandes y puede frenar e incluso girar el volante para evitar o minimizar un posible impacto.
El vehículo está equipado con Pilot Assist y Adaptive Cruise Control (ACC), que cuenta con sensores y cámaras que monitorean los carriles de las carreteras y un sistema que controla la aceleración y el frenado, ayudando a mover el vehículo, por ejemplo, al dar la vuelta o en curvas en autopistas, además de controlar la distancia del carro al frente.
En síntesis, para Tarcísio Triviño, managing Director para importadores de Volvo Cars para la región, el C40 es un carro inspirado en la arquitectura y naturaleza escandinava hecho para sortear las agrestes autopistas y carreteras latinoamericanas.
Para el directivo, este carro se convierte en un nuevo hito de la marca buscando dominar el mercado eléctrico en Colombia y la región, y confirma que Volvo se desmarca de los avances conservadores de otras firmas en la transición hacia una movilidad más limpia. Y lo hace con hechos.
Por ejemplo, este año Volvo completará 150 puntos de carga instalados en Colombia, un fortalecimiento de la infraestructura que ha sido talón de aquiles para la masificación del segmento eléctrico, y en el que invierten $2.000 dólares por cada punto.
En 2021 Volvo se apuntó cifras récord en varios países de Latinoamérica, incluyendo Colombia, donde llegó por primera vez a los 1.000 carros vendidos, de los cuales el 30% fueron enchufables y eléctricos. Este año estiman consolidar su presencia en el país y alcanzar los 1.300 vehículos vendidos, manteniendo o aumentando un poco la participación del segmento eléctrico, lo que se traduce, apunta Triviño, en más carros con energía limpia en las calles.
En abril llegan los primeros C40 a Colombia con un costo de $290 millones.
El directivo sentencia que ante los desafíos que tienen por delante, como las dudas que persisten en buena parte de los compradores de pasarse a carros eléctricos y la carencia actual de semiconductores, Volvo sigue firme con un plan agresivo de expansión y esto se traduce en poner en las calles un carro de lujo, de alto rendimiento y con una infraestructura alrededor cada vez más robusta .
150
puntos de recarga completará Volvo en Colombia este año.