En los inicios de la década de los 90 en el país se vivió un hecho bastante curioso: durante tres años consecutivos (1992, 1993 y 1994) las representantes de Colombia en Miss Universo quedaron de virreinas.
Paola Turbay, Paula Andrea Betancur y Carolina Gómez no lograron el sueño de convertirse en las mujeres más bellas del mundo, pero se volvieron verdaderas celebridades, al punto que fueron recibidas en carro de bomberos.
Ese momento, en el que los reinados tenían gran relevancia y difusión, se abrió la puerta para la creación de importantes agencias de modelos, tema del que precisamente se ocupa la telenovela Klass 95, que Caracol estrenó esta semana, en remplazo de Pedro el escamoso, más escamoso que nunca.
La protagonista de esta historia de belleza y moda es la actriz de origen paisa Nicole Santamaría, que habló con EL COLOMBIANO sobre el proyecto y sus planes.
“Uno quiere que la gente conecte con la historia, con los personajes, pero estoy con cero expectativas. A lo largo de este camino como actriz he aprendido eso, porque muchas veces uno emprende un proyecto y piensa que será un éxito y termina siendo totalmente diferente. Ya hice lo que tenía que hacer por mi lado y el resto no depende de uno, pero sí es muy emocionante ver el producto al aire”, dijo la actriz, que está radicada en Los Ángeles.
Modelo
Nicole en los inicios de su carrera también hizo parte del mundo del modelaje, pero a otra escala. “Nunca hice parte de una agencia importante, porque mi altura no encajaba en los prototipos de esa época, que exigían mujeres de más de 1.75 metros, y yo soy más bien una mujer petit, con sus curvas y no encajaba, pero sí hice comerciales en televisión”.
Sobre el universo de los reinados y las modelos, reconoce que es un mundo fascinante, “porque en medio del momento complejo que vivía el país en los 90, los reinados le daban un respiro a la gente en medio de tanta oscuridad. Yo estaba muy chiquita, pero recuerdo que ver un reinado era todo un plan familiar alrededor del televisor, era una ilusión en medio de todo el contexto social”, dice la actriz, cuya familia materna es paisa.
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Afirma que los reinados no solo le daban respiro social al país, sino que abrió la puerta para que se afianzaran las agencias de modelos.
La actuación
Su primer personaje fue en la serie Juego Limpio, en 2005, pero el rol que la consolidó en el medio fue el protagónico en La Promesa, al lado de Julieth Restrepo y Aislinn Derbez.
“Cuando tenía siete años mi mejor amiga me dijo que ella quería ser actriz de Hollywood y eso me sonó mucho, pese a que en mi familia no tenía referentes. Ya la vida me fue trazando el camino de la actuación, me fui cruzando con personas que estaban vinculadas con el medio y fue por ahí que lo logré porque lo intenté mucho hasta que pude aprovechar el momento”, recuerda la actriz.
Cuenta que ante la falta de oportunidades buscó un plan B y empezó a estudiar Comunicación Social y Diseño de Modas, “pero solo hice de a semestre, porque cada vez que me salía trabajo de actriz abandonaba todo”.
La actualidad
Su vida transcurre entre Bogotá y Los Ángeles, ciudad a la que llegó en 2016 con la idea de estudiar, perfeccionar el inglés y buscar oportunidades en Hollywood.
“Esta etapa me ha traído crecimiento, uno siempre sueña con estar en una mega serie, pero no es fácil, hay demasiada gente detrás del mismo sueño, hay que pedalear mucho y es ahí cuando uno se da cuenta lo que ama este oficio para aguantar tanto”, detalla al reconocer que en varias oportunidades ha sentido el deseo de tirar la toalla y explorar otros campos.
Dice que después de Klass 95, de ser protagonista, la gente puede creer que todo es más fácil, pero que no es así. “Es una carrera de mucha resistencia, que forma el carácter para seguir”.
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Este año estuvo también en Griselda, de Netflix, mientras que en 2023 hizo parte de Perfil falso, A grito herido y No fue mi culpa: Colombia, proyectos de plataformas de streaming. En dramatizados de los canales nacionales no participaba desde 2021, cuando hizo parte de El Cartel de los sapos: el origen.