Colombia, que volvió a las urnas sin el grupo armado más grande de los últimos 50 años, volvió a vivir una jornada electoral en relativa tranquilidad de orden público; sin embargo, la Misión de Observación Electoral (MOE) reportó 12 incidentes o ataques en igual número de poblaciones, tras conocerse los resultados electorales.
El primero, reportado por la MOE, se dio en Achí (Bolívar), donde hubo una asonada contra la Registraduría local y contra la casa del candidato Carlos Becerra del Partido Liberal. “Se reportan disparos, destrucción de oficinas de la alcaldía y quema de papelería”, indicó la MOE.
En Río Viejo (sur de Bolívar), la campaña del candidato a la Alcaldía que quedó de segundo según el Preconteo, Fermín Vásquez Acuña, se aglomeró en la puerta del recinto del escrutinio. “Por la tensión se afectó el desarrollo del escrutinio”.
Otro caso se vivió en Simití (sur de Bolívar), donde seguidores de una campaña intentaron llegar a la Alcaldía y la Casa de la Cultura de manera violenta. “Por prevención las autoridades cerraron calles y pidieron evacuar el recinto del escrutinio”.
En Zambrano (Bolívar) hubo enfrentamientos entre seguidores de campañas en donde se reportaron apedreados y heridos. En Santana (Boyacá) hubo ataques de seguidores de una campaña con piedra en contra del único puesto de votación del municipio, y luego contra la Policía.
El mismo comportamiento se dio en Montelíbano (Córdoba), donde se registraron disturbios afuera del recinto de la Comisión Escrutadora por alta tensión entre los seguidores de las campañas y el reducido margen de diferencia entre el primero y segundo lugar (13 votos - 0,3% de los votos válidos).
En Villa del Rosario (Norte de Santander) la ciudadanía reportó tensión y violencia por parte de las campañas por lo reñido del resultado (67 votos - 0,1% de los votos válidos). El mismo panorama se vio en María la Baja (Bolívar), pues hubo fuertes disputas entre los seguidores de los dos candidatos que lideraron los resultados electorales (226 votos - 0,9% de los votos válidos) y el Escuadrón móvil antidisturbios de la Policía (Esmad).
Otra asonada se vivió en Lloró (Chocó), pues al final del preconteo, cuando se determinó el ganador por una diferencia de 330 votos - el 6,6% de la votación, “se destruyó material electoral y se afectaron las instalaciones del colegio”.
En el Carmen de Atrato (Chocó) los indígenas consideran que hubo fraude debido a una diferencia de 8 votos entre los dos principales candidatos (0,2 % de los votos válidos). La guardia indígena se tomó la alcaldía y reportan que detuvieron funcionarios.
En Santacruz de Guachavés (Nariño), por su parte, se reportó fuerte tensión entre las dos campañas inscritas por cuenta de la diferencia de 171 votos (3 % de los votos válidos), tras acusaciones de fraude. “Se incineró material electoral y se afectó el recinto del escrutinio y la alcaldía”, indicó la MOE.
Finalmente, en Cumbal (Nariño) se registró un ataque contra la casa del cabildo Indígena en rechazo a los resultados electorales.
De igual manera, se identificaron delitos electorales como la compra y venta de votos. “Se presentaron un total de 313 reportes en los que se señala la entrega de dádivas a cambio del voto”. Además, hubo suplantación de votantes, publicidad irregular y, de acuerdo con la MOE, “resalta positivamente que durante el conteo de votos solamente en el 6,4% de las mesas observadas estaban personas diferentes a jurados, testigos, observadores y autoridades electorales. Frente a la presencia de los seis jurados de votación la MOE reportó que en 87,5% de las mesas se encontraban la totalidad de los jurados designados”.