Cecilia “Chechi” Baena está convencida de que es posible trazar el mapa de Colombia a través del deporte. Basta con entender que en el país hay talento en cada rincón: desde Boyacá y Antioquia, con sus insignes ciclistas, gimnastas o atletas; en el Caribe, con sus patinadores o boxeadores, y en el Valle del Cauca, con sus nadadores y judocas.
La múltiple campeona mundial de patinaje se estrenó en 2019 como dirigente en la coordinación de los Juegos Nacionales en Bolívar. Dice que llegó por la vocación de respaldar a niños y jóvenes en su trayectoria, y por su sueño de liderar el Ministerio del Deporte, cartera que considera crucial para la proyección de la actividad física en el país.
¿Cómo fue la transición de ser deportista de élite a dirigente?
“No fue nada fácil. Hay que prepararse académicamente. Los deportistas no podemos pretender que, por nuestro reconocimiento, vamos a llegar a la dirigencia sin tener una formación. Es por eso que antes de empezar mi retiro inicié estudios de Administración y Gestión Deportiva, luego Administración de Empresas y Comunicación Social. Terminé ese proceso y dije: ‘hay que hacer algo, estamos en el mejor momento deportivo en nuestro país, no podemos ser inferiores a esa responsabilidad’. Empecé a trabajar con ese objetivo y entendí que no existe una herramienta más poderosa de transformación social que el deporte”.
¿Qué encontró en esta vocación que no notó cuando competía?
“Muchas cosas. El mensaje para la dirigencia es que se necesitan liderazgos genuinos y venidos del deporte. Nosotros como atletas debemos tener más espacios de inclusión. Hoy estoy agradecida porque logramos el primer Ministerio del Deporte, que en realidad era una necesidad a gritos. Esa dirigencia requiere cambiar el paradigma de que solo se apoya el alto rendimiento porque son los que dan las medallas y la retribución”.
¿Cómo ve el panorama en el patinaje, su disciplina?
“Es una de las especialidades privilegiadas en el país por sus resultados, tiene apoyo estatal y de la empresa privada. Los éxitos han permanecido en una Federación que trabaja para eso. Hoy lleva nueve años consecutivos siendo la mejor selección del mundo, es algo apoteósico. También ha hecho lo propio: tenemos un medallista olímpico juvenil en el patinaje sobre hielo. El cambio generacional se ha visto, lo que ha hecho que la actividad se mantenga. Lástima que obviamente no pueda ser olímpico, esa fue mi gran frustración deportiva, pero creo que sigue creciendo a pasos agigantados en el país y espero que siga por esa senda del triunfo”.
Cuando era deportista, ¿qué le pedía con insistencia a la dirigencia?
“Apoyo. Soy cartagenera, pero tuve que irme a representar otro departamento porque en ese momento no había respaldo para llegar al alto rendimiento. Estuve con Bogotá, que me brindó la oportunidad de prepararme bien. Ojalá que los deportistas puedan representar dignamente a sus departamentos, ese apoyo está mejorando, pero aún falta”.
¿Qué debe afinar el Ministerio del Deporte para que las promesas no se queden en vilo?
“Esta cartera tiene que potenciar el deporte escolar, la detección de talentos en todas las regiones del país. Además, traer una cobertura organizacional más amplia, que permita tener más apoyo. Ese es el secreto: ahí tenemos que enfocarnos. Es una labor de todo el sistema, pero el Ministerio está trabajando para ello y sin olvidar el binomio más importante: educación y deporte para transformar vidas”.
¿Cuál es su principal objetivo ahora?
“Sueño con seguir trabajando por elos atletas y, por qué no, llegar a ser una ministra del Deporte. Creo que me estoy preparando para eso, espero seguir respaldando a nuestros embajadores”.