Al arribar a Estados Unidos, Yuki por poco es deportado.
Estuvo casi tres horas en control migratorio. “Me sentí un poco extraño cuando me detuvieron. Por suerte no duró más de dos o tres horas”.
Al ingresar a ese país, Tsunoda perdió contacto con su fisioterapeuta luego de que un agente fronterizo lo trasladara a una sala para interrogatorios: “No me permitieron comunicarme con mi compañero o llamar a alguien. Quería contactar al equipo o a alguien de la Fórmula 1, pero en esa sala no puedes hacer nada”, comentó el deportista a los medios de comunicación que.
“Simplemente, siento que recibí mucha presión... Si decía algo incorrecto, podía estar en un problema mayor”, agregó el japonés, quien también relató, en medio de humor, un detalle curioso mientras era interrogado por las autoridades.
“Llevaba pijama, así que tal vez no parecía un piloto de F1, pero estoy seguro de que él lo sabía. Durante la conversación, incluso me preguntó el salario y todo”.
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