Desde que tenía seis años, Yésica Paola Muñoz Rojas mostró su amor por el balón y como en su casa no son futboleros, les parecía extraño ese gusto. Así lo recuerda Nathaly Rojas, madre de la delantera que desde ese miércoles estará con la Selección Colombia en el Mundial sub-17 en la India.
Yésica era tan aficionada a la pelota que aprovechaba cualquier momento del día para irse al parque, cerca de su casa, en su natal Villavicencio, para jugar con los niños de la cuadra.
En ese espacio empezó a mostrar que, aparte de la afición, tenía mucho talento. Lo suyo era marcar goles, siempre le gustó celebrar y los niños tenían que luchar para quitarle el balón, recuerda su mamá.
Mientras jugaba en el barrio un entrenador le pidió permiso a Nathaly para llevar a Yésica a entrenar con el club, y aunque era solo de hombres, empezó a jugar.
Por sus condiciones (es rápida, con buen manejo del balón y muy astuta), fue llamada al club Alianza Llanos y la Selección de Meta. Además jugó en Medellín el Babyfútbol, donde también mostró sus cualidades.
Inquieta por cumplir sus sueños, Yésica decidió radicarse en Medellín y con tan solo 14 años empezó a tocar puertas. Así llegó a Formas Íntimas, club que la arropó y la ubicó en la casa hogar durante un año.
Luego de ese tiempo le ayudaron para que su mamá y sus hermanos también se radicaran en la ciudad y estar cerca de la jugadora que pronto se ganó un lugar en la institución. Debutó como profesional con el DIM FI.
“Los primeros días fueron duros, prácticamente nos vinimos solo con la ropa, pero acá nos han ayudado bastante, las entrenadoras del club y el equipo, por eso estamos muy agradecidos”, comenta Nathaly, quien se desempeña como escolta en una empresa de valores.
Yésica, que siempre ha admirado a Cristiano Ronaldo, cumple sus sueños y ayuda a su familia, pues con los viáticos del Suramericano en Uruguay le compró un comedor a su mamá.
Con lo que gane en el Mundial, Yésica le quiere regalar un juego de sala, esa fue la promesa antes de viajar.
Los últimos tres meses han sido complejos para Nathaly, pues es poco lo que ha podido ver y compartir con su hija, ya que ha estado concentrada y compitiendo en Uruguay, Chile, México y ahora en la India.
Este miércoles ya organizó su horario, pues espera, a las 9:30 a.m., estar frente al televisor para ver a su hija, ante España, en el debut. Precisamente en el país ibérico es donde Yésica anhela jugar, en el Real Madrid.
