Mantenerse en la élite del fútbol europeo no es una tarea fácil pues, con el pasar de los años, el físico y el nivel futbolístico no son los mismos. Eso, sumado al surgimiento de nuevas generaciones que van tomando el protagonismo en los equipos más grandes del mundo, hacen que varios jugadores opten por recalar en ligas de menor exigencia para darle un segundo aire a sus carreras deportivas.
Futbolistas como James Rodríguez, Édison Cavani, Marcelo, Filipe Luis, Alexandre Pato, entre otros, eligieron a Suramérica como lugar de refugio para recuperar el brillo que algún día los llevó a jugar en los mejores clubes del mundo.
Hace algunos años, el lugar para el resurgir de las estrellas que estaban en el ocaso de sus carreras, era la MLS y la Liga de China. Sin embargo, la dinámica es diferente desde hace un par de temporadas. Con algo de asombro, se ha notado que el sur del continente americano ha tomado cierta predilección.
Aunque algunos jugadores optan por retornar a sus equipos de origen en países sin tanto poder económico, como en su momento lo hizo Luis Suárez al Nacional de Uruguay (2022) y el peruano Christian Cueva al Alianza Lima de Perú (2023), otros, como Lucas Moura, quien después de ser vendido hace 10 años al PSG por 52 millones de euros, retornó al Sao Paulo de Brasil como agente libre proveniente del Tottenham de Inglaterra, se dejan seducir por los grandes contratos y el ambicioso proyecto deportivo de las escuadras del fútbol brasileño.
Por ejemplo, el ecuatoriano Énner Valencia, quien desde finales de junio de este año milita en Internacional; Arturo Vidal en Athletico Paranaense y el colombiano James, quien firmó hace varios días con Sao Paulo. También el mismo Luis Suárez que ahora está en el Gremio.
“Estoy feliz. Es una gran oportunidad para mí y mi familia. Es una nueva etapa en mi vida. Estoy muy feliz y con muchos buenos sentimientos. Soy un chico al que le gusta jugar en un equipo grande y São Paulo es un gran equipo”, señaló James Rodríguez, luego de firmar un contrato por dos años en el que ganará alrededor de 2 millones de euros al año. Si bien estas cifras no se comparan a las que ofrecen las escuadras europeas, son inalcanzables para las otras ligas del mismo continente.
Para hacerse a una idea, cuando militó en Olympiacos de Grecia devengó un monto de 5 millones de euros la pasada temporada, más del doble de lo que le paga el elenco paulista.
Grandes fichajes del Brasileirao
En torneos internacionales el dominio de los equipos brasileños es abrumador. Después del título por Copa Libertadores ganado por Atlético Nacional en 2016, de las más recientes seis ediciones, los brasileños se han quedado con 5, la excepción fue River Plate en 2018.
Y es que además de ser un territorio donde abundan futbolistas de gran técnica y desequilibrio, cuenta con instituciones muy sólidas desde lo económico y esto les ha permitido pujar por llevarse tanto a las promesas de fútbol sudamericano, como a los jugadores provenientes de Europa que buscan un segundo aire.
Además, el Brasileirao es un trampolín idóneo para que las figuras de Suramérica den el salto a Europa, como su momento lo hizo el colombiano Yerry Mina, quien después de estar en Palmeiras (2016-2017) fichó por el Barcelona de España (2018).
Una de las razones de la gran chequera brasileña obedece a la numerosas aficiones con las que cuentan los equipos. Por ejemplo, Flamengo es uno con la afición más numerosa del mundo, según el registro de Fifa, el elenco de Río de Janeiro cuenta con 45 millones de hinchas aproximadamente, lo que hace que el equipo tenga buenas ingresos en boletería, solo en 2022 recibió 26 millones de dólares por ese rubro.
También la importante suma de dinero que reciben en derechos de televisión les da mayor poder adquisitivo para mejorar sus plantillas.
Estos factores influyen para que varios futbolistas vean con buenos ojos jugar en Brasil.
En la presente edición de Libertadores se verán figuras como Cavani en Boca Juniors; Hulk en Mineiro; Vidal en Paranaense; William y Rony Lopez en Palmeiras, lo que hace más atractivo el torneo continental.