Está viviendo una epopeya, un momento mágico. Logró lo que, hasta ahora, parecía imposible. Y no lo hizo de cualquier manera. No fue algo que se encontró por azar, por un golpe de suerte. Al contrario, ha sido el culmen pletórico de un trabajo intenso, de una obsesión por corregir sus errores y mejorar como corredor para intentar volver a figurar en el ciclismo internacional.
Por eso tanto vítores cuando apareció este domingo en el parqueadero de buses de los equipos en Sopó, Cundinamarca, antes del inicio de la última etapa del Tour Colombia. Ese fue el motivo por el que el staff del Team Nu Colombia recibió entre gritos, pitos, brincos, aplausos, al pedalista Rodrigo Contreras, quien a sus 29 años se coronó campeón de la cuarta edición de la carrera más importante de América Latina, antes de que empezara el “candeleo” del último día de competencia.
Lo de Contreras, quien nació en Villapinzón, Cundinamarca, tierra en la que fue recibido como su hijo más importante el viernes pasado cuando la cuarta etapa pasó por su vía principal en el trayecto que empezó en Paipa, Boyacá y terminó en Zipaquirá, es algo que quedará escrito en la historia del ciclismo colombiano. Por primera vez, en las cuatro ediciones que se han realizado del Tour Colombia 2.1, un deportistas de un equipo nacional de categoría continental logró quedar en la primera casilla de la clasificación general.“Estoy muy feliz por lo que conseguí. Hubo un momento de la última etapa en el que estuve en crisis porque Richard Carapaz, desde los primeros kilómetros, salió con la intención de hacer un ataque, ganar todos los sprint especiales para poderse quedar con el título general y por eso tuve que correr a mucha velocidad”, le dijo Rodrigo a este diario después de que terminó la premiación. Contreras superó en la clasificación a corredores como el ecuatoriano Carapaz, quien terminó en la segunda casilla, y a su compatriota Jonathan Caicedo, que por segunda vez finalizó tercero de la prueba colombiana.
Un logro importante
Hay momentos que marcan un antes y un después en la vida de las personas. Algunas veces son eventos traumáticos. En otras oportunidades son situaciones alegres, en las que los sentimientos explotan y llegan hasta el paroxismo.
Eso fue lo que le pasó a Rodrigo Contreras cuando se supo campeón de la carrera. Por eso levantó las manos, con una sonrisa que le iluminaba el rostro, en señal de victoria desde antes de cruzar la meta, aunque no fue el ganador de la última fracción.
Ese movimiento que hizo fue la manera que encontró para mermar la tensión que sintió su cuerpo durante los 138,6 kilómetros que duró el recorrido hasta Bogotá, cuando se sintió campeón. Mas la felicidad no fue solo del corredor, que entre 2019 y 2021 hizo parte del equipo kazajo Astana. También la sintieron Raúl y Gabriel Mesa, que son los directivos del Nu Colombia, la escuadra de la que el cundinamarqués es capo durante la temporada 2024. “Este triunfo es algo histórico para el equipo porque es nuevo. Es la segunda carrera en la que participamos (la primera fueron los Nacionales). Logramos vencer a rivales de peso mayor, que hacen parte del Tour Mundial de la Unión Ciclista Internacional. Rodrigo venció a ciclistas que han sido campeones de Tour de Francia, del Giro de Italia y de los Juegos Olímpicos”, comentó, con ilusión en los ojos, el entrenador Gabriel Mesa.
Un logro familiar
Un par de minutos después de bajar del podio, Rodrigo Contreras, cuya especialidad en el ciclismo siempre han sido las contrarreloj, aún no era consciente de que con lo que hizo su nombre quedará inscrito con letras doradas en la historia del pedalismo criollo.
“En una semana creo que lo tendré completamente claro”, dijo entre risas. Los que sí eran conscientes de la importancia de la hazaña eran sus familiares. Por eso sobre la carrera Séptima de la capital del país lo estaban esperando tanto sus papás, como su esposa y sus hermanos, para celebrar. Contreras, ciclista profesional desde 2013, cuando debutó con el extinto equipo Colombia Coldeportes, y quien luego tuvo un paso por el Quick Step de Bélgica (2014-2015), cuando ya era campeón consagrado se acercó a ellos y los abrazó como manera de agradecerles que lo han acompañado tanto en los buenos momentos, como en los complicados.
Rodrigo, que en 2023 fue el subcampeón de la Vuelta a Colombia y del Clásico RCN, pasó un momento complicado cuando, estando en un buen nivel, lo devolvieron del Astana en 2021. Pero en el EPM, que era el nombre que tenía antes el equipo de la familia Mesa, lo acogieron.
Allí estuvo en 2022, después migró al equipo del Ministerio del Deportes y luego volvió a la que siempre ha sido su casa para ganar la carrera más importante que se hace en el país y celebrar con esos paisas que siempre han sido su familia. Ahora sueña con destacarse en las competencias nacionales de este año y, con la vitrina internacional que tuvo al ganar el Tour Colombia, regresar en algún momento a correr en una escuadra World Tour.
Está viviendo una epopeya, un momento mágico. Logró lo que, hasta ahora, parecía imposible. Y no lo hizo de cualquier manera. No fue algo que se encontró por azar, por un golpe de suerte. Al contrario, ha sido el culmen pletórico de un trabajo intenso, de una obsesión por corregir sus errores y mejorar como corredor para intentar volver a figurar en el ciclismo internacional.
Por eso tanto vítores cuando apareció este domingo en el parqueadero de buses de los equipos en Sopó, Cundinamarca, antes del inicio de la última etapa del Tour Colombia. Ese fue el motivo por el que el staff del Team Nu Colombia recibió entre gritos, pitos, brincos, aplausos, al pedalista Rodrigo Contreras, quien a sus 29 años se coronó campeón de la cuarta edición de la carrera más importante de América Latina, antes de que empezara el “candeleo” del último día de competencia.
Lo de Contreras, quien nació en Villapinzón, Cundinamarca, tierra en la que fue recibido como su hijo más importante el viernes pasado cuando la cuarta etapa pasó por su vía principal en el trayecto que empezó en Paipa, Boyacá y terminó en Zipaquirá, es algo que quedará escrito en la historia del ciclismo colombiano. Por primera vez, en las cuatro ediciones que se han realizado del Tour Colombia 2.1, un deportistas de un equipo nacional de categoría continental logró quedar en la primera casilla de la clasificación general. “Estoy muy feliz por lo que conseguí. Hubo un momento de la última etapa en el que estuve en crisis porque Richard Carapaz, desde los primeros kilómetros, salió con la intención de hacer un ataque, ganar todos los sprint especiales para poderse quedar con el título general y por eso tuve que correr a mucha velocidad”, le dijo Rodrigo a este diario después de que terminó la premiación. Contreras superó en la clasificación a corredores como el ecuatoriano Carapaz, quien terminó en la segunda casilla, y a su compatriota Jonathan Caicedo, que por segunda vez finalizó tercero de la prueba colombiana.
Un logro importante
Hay momentos que marcan un antes y un después en la vida de las personas. Algunas veces son eventos traumáticos. En otras oportunidades son situaciones alegres, en las que los sentimientos explotan y llegan hasta el paroxismo.
Eso fue lo que le pasó a Rodrigo Contreras cuando se supo campeón de la carrera. Por eso levantó las manos, con una sonrisa que le iluminaba el rostro, en señal de victoria desde antes de cruzar la meta, aunque no fue el ganador de la última fracción.
Ese movimiento que hizo fue la manera que encontró para mermar la tensión que sintió su cuerpo durante los 138,6 kilómetros que duró el recorrido hasta Bogotá, cuando se sintió campeón. Mas la felicidad no fue solo del corredor, que entre 2019 y 2021 hizo parte del equipo kazajo Astana. También la sintieron Raúl y Gabriel Mesa, que son los directivos del Nu Colombia, la escuadra de la que el cundinamarqués es capo durante la temporada 2024. “Este triunfo es algo histórico para el equipo porque es nuevo. Es la segunda carrera en la que participamos (la primera fueron los Nacionales). Logramos vencer a rivales de peso mayor, que hacen parte del Tour Mundial de la Unión Ciclista Internacional. Rodrigo venció a ciclistas que han sido campeones de Tour de Francia, del Giro de Italia y de los Juegos Olímpicos”, comentó, con ilusión en los ojos, el entrenador Gabriel Mesa.
Un logro familiar
Un par de minutos después de bajar del podio, Rodrigo Contreras, cuya especialidad en el ciclismo siempre han sido las contrarreloj, aún no era consciente de que con lo que hizo su nombre quedará inscrito con letras doradas en la historia del pedalismo criollo.
“En una semana creo que lo tendré completamente claro”, dijo entre risas. Los que sí eran conscientes de la importancia de la hazaña eran sus familiares. Por eso sobre la carrera Séptima de la capital del país lo estaban esperando tanto sus papás, como su esposa y sus hermanos, para celebrar. Contreras, ciclista profesional desde 2013, cuando debutó con el extinto equipo Colombia Coldeportes, y quien luego tuvo un paso por el Quick Step de Bélgica (2014-2015), cuando ya era campeón consagrado se acercó a ellos y los abrazó como manera de agradecerles que lo han acompañado tanto en los buenos momentos, como en los complicados.
Rodrigo, que en 2023 fue el subcampeón de la Vuelta a Colombia y del Clásico RCN, pasó un momento complicado cuando, estando en un buen nivel, lo devolvieron del Astana en 2021. Pero en el EPM, que era el nombre que tenía antes el equipo de la familia Mesa, lo acogieron.
Allí estuvo en 2022, después migró al equipo del Ministerio del Deportes y luego volvió a la que siempre ha sido su casa para ganar la carrera más importante que se hace en el país y celebrar con esos paisas que siempre han sido su familia. Ahora sueña con destacarse en las competencias nacionales de este año y, con la vitrina internacional que tuvo al ganar el Tour Colombia, regresar en algún momento a correr en una escuadra World Tour.