Superar la pandemia, las lesiones, el estar seis meses fuera del agua y a sus rivales en el Preolímpico, son algunas de las batallas que Estefanía Álvarez, Mónica Sarai Arango y la entrenadora Paula Andrea García Pizarro tuvieron que dar en los últimos 16 meses para alcanzar el objetivo, clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio.
La felicidad no solo por el resultado, sino por la manera como pudieron ejecutar su última rutina, fue evidente en las deportistas y el grupo interdisciplinario que las acompañó en Barcelona donde alcanzaron su segunda clasificación consecutiva a Juegos.
Durante todos estos meses y tras el aplazamiento de la clasificación y de las justas por la pandemia, Estefanía, Mónica y Paula Andrea trabajaron de manera incansable, primero virtualmente y luego en el agua, puliendo su nueva rutina libre, la salsa, con la que este domingo alcanzaron el noveno lugar de la final, desplazando a las alemanas y brasileñas para sumar así los cupos 50 y 51 de Colombia para Tokio.
En Barcelona las antioqueñas lograron un puntaje de 166.0149 confirmando su cupo a Tokio y superando a los duetos de Alemania que se quedó con 165.8283, Suiza (162.8525) y Brasil (162.3767), todos ellos sin lugar casilla para las justas de julio.
“Ya el cuerpo necesitaba soltar este peso, salir de esta clasificación, porque ha sido un trabajo duro, de mucha incertidumbre, de angustia y por eso entrenamos muy fuerte esta última semana para pulir al máximo, y aunque tratamos de dormir y despejarnos, terminábamos soñando con la competencia”, dijo desde Barcelona Estefanía.
De igual forma añadió que, siempre sintieron el respaldo desde Colombia al igual que de otros duetos en competencia, que las felicitaron desde el primer día (sábado) cuando presentaron su rutina libre y eso las recargó de más positivismo.