Hace 10 años Sergio Vélez se fue a buscar el sueño americano apoyado en su afán de estudiar y respaldado por los conocimientos que tenía del tenis de campo, deporte con el que se mostró como promesa en Antioquia y Colombia.
Las cosas comenzaron a pintar tan bien que recién arribó a Estados Unidos le dieron la oportunidad de representar a su universidad en varios torneos de Alemania, a donde llegó con la idea de jugar unos cuantos eventos, con tan buena fortuna que permaneció allí seis meses.
“En el verano de 2006 me fui a Estados Unidos con la intención de mejorar mi tenis, porque quería alcanzar el alto nivel; fue así como comencé, luego de tener varias opciones en East Tennessee State University, en la que superé la transición y las dificultades de la adaptación, ya que tenía que estudiar y jugar”.
Sergio valoró esa primera oportunidad; sin embargo, luego de quemar esa etapa este antioqueño, que pasó su infancia entre raquetas, mallas y bolas verdes, gracias a que su padre -Julio- fue durante muchos años uno de los dirigentes pioneros del tenis en Antioquia, se propuso ser un profesional íntegro.
El año y medio que duró en Tennessee le permitió ingresar al Barry University de Miami (La Florida), donde se convirtió en profesional en Negocios Internacionales y vivió sus mejores momentos como atleta y estudiante.
Esa afirmación la sustenta resaltando que “allí disputé tres finales de Ncaa Colegiate Atletic Association, máximo torneo de la categoría universitaria del tenis de campo”.
Para que la dicha fuera completa en este paisa que emigró a los 17 años, en 2011 fue campeón por equipos para la Barry University con “una marca de 62 partidos ganados y cuatro juegos en dobles para hacer historia y mantener el récord dentro de los números de mi institución académica”.
Salto a formar
Culminada su etapa de estudiante y tenista, Sergio, quien fue compañero de Santiago Giraldo, Robert Farah, Mariana Duque y Alejandro González, se propuso labrarse un nombre como entrenador. Arrancó hace tres años, sin dejar de lado su profesión académica.
Consciente de que la exigencia iba a ser mayor y apoyado por Yahoo.inc, empresa en la que manejaba el mercadeo internacional para América, se lanzó a enseñar el tenis que había aprendido y toda la vida lo ha apasionado.
Gracias a la huella que dejó como deportista, Barry University le facilitó la posibilidad de hacer parte del grupo de entrenadores del equipo femenino durante año y medio. La experiencia acumulada le sirvió para emigrar a la Universidad de Miami, en la que actualmente integra el plantel de técnicos que está calificado entre los mejores 10 de EE.UU. “La meta es aparecer en el paquete de los cuatro y sé que lo vamos a lograr con el apoyo de Paige Head y Laura Vallverdu, claves en mi posicionamiento acá”.
Con ellos, destaca Sergio, inició una dinastía tenística que se basa en la disciplina, el respeto y la constancia para mejorar y competir a un alto nivel diariamente. “Partiendo de esos principios formamos a los jóvenes que llegan de diferentes partes del mundo a mejorar su juego y hacer carrera en La Florida”, destaca Vélez, el mismo que integró una generación exitosa al lado de Daniel Isaza, Sebastián Gallego, Thomás Estrada, Luis Arboleda, Juan Carlos Spir y Alejandro González, su gran amigo y quien hoy figura entre los mejores 150 del mundo.
Ya tiene 27 años, se fue de manera callada y ahora es reconocido en Estados Unidos gracias a que puso en práctica y aprovechó las enseñanzas que le dejaron Dean Goldfine (excoach de Andy Roddick) y Miguel Tobón, entre otros.
Vélez prepara en el Hurricane Tennis Clinic del campus de la Universidad de Miami, las nuevas generaciones del tenis estadounidense. Debió irse del país para sobresalir en un mundo bien competido.