En Tokio-2020 se estrenan en el programa olímpico el skateboarding, la escalada, el surf y el karate, deportes que aseguran el interés de un público más joven, como sucede especialmente con los dos primeros, además de la fuerza que los dos restantes tiene en el país organizador.
El béisbol, junto al sóftbol, regresan tras Pekín-2008. Además, se agregaron 15 modalidades en natación, tiro, baloncesto y atletismo, entre otros (ver recuadro). En total, se postularon 26 deportes y solo cinco fueron aceptados.
Entre los requisitos está que se practique en 75 o más países de cuatro continentes en masculino o en más de 40 nacionales de tres continentes en femenino. Es por esto que el patinaje de carreras, en el que somos potencia mundial, no ha podido ingresar.
Colombia solo logró la clasificación en skateboarding con el caldense Jhancarlos González, quien finalizó en la casilla 15 en la modalidad street. “Me sentí muy feliz, esto es un gran aprendizaje. Son los primeros Juegos Olímpicos, es por lo que yo he venido luchando y si llegamos acá, somos capaces de avanzar más”, comentó antes de despedirse del suelo nipón para emprender competencias en EE. UU.
Esta especialidad, adscrita en el país a la Federación Colombiana de Patinaje, además de su atractivo y espectacularidad, dejó huella al arrojar el podio más joven de unos Juegos Olímpicos. Y lo hizo con el triunfo de la japonesa Momiji Nishiya (13 años), seguida de la brasileña Rayssa Leal (13) y la también anfitriona Funa Nakayama (16).
CONOZCA MÁS DEL SKATE
El skateboarding dio en Tokio el salto a la primera plana del deporte mundial, tras permanecer durante décadas como una práctica "underground" y considerada por muchos un estilo de vida más que una disciplina deportiva.
Con equipamiento mínimo -una tabla con ruedas-, los patinadores ejecutan maniobras inverosímiles en cuanto a complejidad técnica y riesgo para su integridad física.
Su espectacularidad, su carácter urbano y su atractivo para los más jóvenes han sido los principales motivos de su inclusión en el programa olímpico de Tokio, y para que forme parte también de los siguientes Juegos que se celebrarán en París en 2024.
Orígenes: El nacimiento del skate suele referirse a la década de 1950 en la costa oeste de Estados Unidos, cuando los surferos de la zona decidieron crear una versión terrestre de sus tablas para cabalgar olas.
Aunque debido a sus orígenes de "hazlo tú mismo" no está claro su inventor (o inventores), los primeros creadores y vendedores de monopatines están documentados en California, donde el skateboarding emergió como cultura urbana y empezó a popularizarse a través de revistas especializadas.
Vinculado a la música y a la moda y con un espíritu siempre irreverente, el skate comenzó a generar campeonatos internacionales en los años 80, y ya en el siglo XXI quedó incluido bajo el paraguas de la federación internacional de diferentes categorías de patinaje World Skate.
Escenario: La competición olímpica se disputó en el Parque de Deportes Urbanos de Ariake. Ubicado en una isla artificial en la bahía de Tokio y con vistas al horizonte de la metrópolis. Una enorme pista de cemento dividida en dos espacios para las dos pruebas del deporte.
La primera fue la de parque, un circuito cerrado parecido a una piscina vacía y con pronunciadas pendientes curvilíneas. La otra, la categoría de calle, incluyó escaleras, pasamanos y rampas y emuló los recorridos urbanos que son la esencia de este deporte.
El Parque de Ariake se sitúa cerca de la Villa de los Atletas, cuenta con una capacidad de 7.000 espectadores en gradas temporales y acoge también las competiciones de BMX.
Sistema de competición: Tanto en parque como en calle, los patinadores cuentan con un tiempo limitado para realizar una sucesión de maniobras de libre elección, que reciben una puntuación de los jueces en función de la velocidad, la altura, la fluidez, la complejidad técnica y la originalidad con las que sean ejecutadas.
En cada prueba participarán 20 hombres y 20 mujeres, lo que suma un total de 80 atletas. Una plaza en cada evento está reservada para Japón como anfitrión de los Juegos, mientras que se ha permitido la clasificación de hasta tres skaters por prueba por cada país.
En parque, los skaters disputan una ronda preliminar y una final, en la que cuentan con turnos de 45 segundos que son puntuados en una escala del 0 al 100. Los ocho mejores de la primera ronda pasan a la final, donde se deciden las medallas.
En calle, los patinadores compiten también en rondas previas y finales, en las que deben ejecutar cada uno dos recorridos y cinco "trucos" (realizados por separado a los que incluyan en sus recorridos), puntuados en una escala del 0 al 10. Los ocho mejores se clasificarán también para la final.
Terminología: El skate cuenta con una jerga propia de palabras exclusivas y de términos en inglés. Uno de los más usados es el "ollie", una maniobra que sirve de base para muchos otros trucos y que consiste en saltar golpeando el extremo trasero de la tabla contra el suelo.
Otro de los movimientos más habituales es el "grind" o deslizar los ejes metálicos de las ruedas del monopatín sobre el borde de una superficie de cemento, una barandilla u otra estructura similar.
En las maniobras aéreas abundan las diferentes combinaciones de la palabra "flip" (giro) junto a diferentes posturas y referencias al ángulo de la rotación (180º o 360º).
Según su posición principal sobre la tabla, los skaters se diferencian entre "regular" (con el pie izquierdo delante) y "goofy" (con el derecho).
LA ESCALADA DEPORTIVA EXIGE VERSATILIDAD
La escalada deportiva es una evolución de la escalada en roca. Tiene su origen en los años 80, cuando las paredes construidas a medida se empezaron a generalizar por Norteamérica y Europa, con agarres de resina de diferentes colores, según la dificultad.
Escenario: La competición de escalada se desarrollará del 3 al 6 de agosto en el Centro de Deportes Urbanos de Aomi, una sede temporal con vistas a la bahía de Tokio, que también albergará los torneos de baloncesto 3x3. Los pies de gato –unas zapatillas flexibles, ligeras y adherentes- son el único equipamiento permitido, más allá de las cuerdas de seguridad, para vencer las presas de diferentes formas y tamaños.
Sistema: El dominio de diferentes técnicas es necesario para tener éxito en los Juegos Olímpicos de Tokio, puesto que los escaladores se enfrentan a tres disciplinas absolutamente dispares: velocidad, búlder (o escalada en bloque) y lead (o dificultad). La clasificación final se determinará multiplicando las posiciones en cada una de las pruebas. Los escaladores con las puntuaciones más bajas serán los que ganen las medallas.
Terminología: Tres disciplinas, tres términos y tres normas. Velocidad, búlder y lead.
En velocidad dos escaladores se aseguran con cuerdas e intentan, en vías idénticas, escalar más rápido que su oponente una pared de 15 metros de altura, colocada en un ángulo de 95 grados. Los tiempos de victoria para las competiciones masculinas oscilan entre los cinco y los seis segundos, mientras que las competiciones femeninas son ganadas en unos siete u ocho segundos. Una salida en falso resulta en descalificación directa.
En búlder los atletas escalan tantas vías fijas como puedan en 4 minutos en una pared de 4,5 metros de altura, a la que se enfrentan sin cuerda de seguridad y a la que solo se pueden sujetar con la yema de los dedos. Las vías varían en dificultad y no se permite a los escaladores practicar en el bloque con antelación. Cuando un escalador se agarra con ambas manos a la última presa, se considera que la ha completado.
En lead o dificultad los escaladores intentan llegar lo más alto posible en una pared que mide más de 15 metros de altura en 6 minutos. Usan cuerdas de seguridad a lo largo de la vía. Cuando un escalador fija su cuerda a la reunión final, ha completado la escalada. Si un escalador cae, se registra la altura alcanzada. No se puede volver a subir.
Favoritos: La combinación de tres disciplinas tan dispares hace difícil hacer pronósticos. Las medallas se definen por una combinación de resultados. Por tanto, un escalador que sea excelente en búlder puede no subir al podio si no es bueno en lead o en velocidad.
Entre las mujeres sobresale la eslovena Janja Garnbret. Es doble campeona del mundo en dificultad (2016 y 2019), búlder (2018 y 2019) y combinadas (2018 y 2019). Es la mujer a batir en Tokio. Sus grandes rivales son las japonesas Akiyo Noguchi y Miho Nonaka y la británica Shauna Coxsey.
La categoría masculina está más abierta. Uno de los candidatos al podio es el checo Adam Ondra, que en 2014 se convirtió en el primer deportista en ganar dos títulos mundiales en disciplinas diferentes (dificultad y búlder) el mismo año. El austríaco Jakob Schubert es doble campeón en dificultad (2012 y 2018) y ganó el título del mundo de combinadas en 2018. Otro escalador a tener en cuenta es el japonés Tomoa Narasaki, que ganó el título de combinadas en 2019, tras ganar dos Campeonatos del Mundo en búlder (2016 y 2019).
SURF, UNA DISCIPLINA MÁS QUE EXÓTICA
El surf abre en Tokio un nuevo capítulo en su intensa historia, en la que ha pasado de ser una afición minoritaria y exótica a uno de los deportes más practicados en las costas de todo el mundo.
El aire "cool" que le acompaña desde el estallido de su popularidad en la década de 1960 en Estados Unidos y los clichés idílicos que le rodean hacen del surf uno de los deportes más atractivos y asociados con los jóvenes, lo que llevó al Comité Olímpico Internacional a incluirlo en Tokio 2020.
También se trata de uno de los que más ha crecido en los últimos años -incluso en el contexto de la pandemia- en cuanto a número de practicantes y al volumen económico que mueve.
El surf también formará parte de la próxima edición de los Juegos en París en 2024, donde la sede se ubicará en Tahití, en la Polinesia francesa y una de las mecas mundiales para quienes buscan olas gigantes.
Orígenes: El trayecto del surf desde sus raíces hasta su estreno olímpico es una historia de ida y vuelta en el Pacífico. Sus orígenes suelen ubicarse en la antigua Polinesia, donde exploradores y colonizadores occidentales observaron a los nativos deslizándose sobre olas montados en tablas de madera y embarcaciones parecidas a las canoas.
También existen hallazgos arqueológicos y documentos históricos que apuntan a prácticas similares al surf en otros lugares del mundo, como los datados en las culturas Moche (siglos II a V) e Inca (s.XV-XVI), en Sudamérica; o en el río Qiantang de la antigua China durante la dinastía Song (s.X-XIII).
Los lugares clave donde el surf eclosionó como un fenómeno de masas fueron la playa hawaiana de Waikiki y las costas del sur de California, donde figuras como el nadador olímpico y actor Duke Kahanamoku y grupos musicales como los Beach Boys ayudaron a crear la aureola mística y "buenrrollista" que todavía rodea a este deporte.
Entre 1970 y 1980 aparecieron las primeras competiciones de surf con patrocinadores de peso, los primeros surfistas profesionales y las competiciones de escala internacional, entre ellas el torneo predecesor de World Surf League (WSL), una de las pruebas que da acceso a Tokio 2020.
Escenario: La playa de Tsurigasaki, en la tranquila localidad costera de Ichinomiya (unos 80 kilómetros al oeste de Tokio), será la sede olímpica del surf. Ubicada en la costa de Chiba y plenamente expuesta al Pacífico, es una de las zonas más apreciadas por los surfistas japoneses por la constancia de sus olas.
Pero en Tsurigasaki no son frecuentes las olas de altura imponente -salvo que pase un tifón por la zona- típicas de otras sedes de torneos internacionales de surf, lo que favorecerá a los surfistas más técnicos y a competidores locales bien conocedores de estas aguas.
De hecho, debido a las variabilidad de las condiciones oceánicas, el calendario para las pruebas olímpicas de surf será flexible entre los días 25 de julio y 1 de agosto, de forma que se compita cuando haya mejores olas.
Formato de competición: Se asemejará al de otros campeonatos internacionales reconocidos por la Asociación Internacional de Surf (ISA), con rondas preliminares de cuatro surfistas como máximo en el agua en las que cada uno podrá tomar un máximo de entre 10 y 15 olas.
Los surfistas, todos ellos de "shortboard" (tabla corta), irán progresando a lo largo de tres rondas preliminares, y después cuartos de final, semifinales y finales, a las que accederán solo cuatro deportistas que se repartirán las medallas.
El jurado concederá puntos con un sistema decimal a los atletas en cada ola que surfeen, de las cuales contarán las dos mejores puntuaciones. Se valorarán la variedad y la complejidad en las maniobras, teniendo en cuenta criterios como la velocidad, la fuerza o la fluidez en sus movimientos.
Terminología: Cuenta con su propia jerga con palabras en muchos casos tomadas del inglés para referirse a condiciones del mar, partes de la ola o el material que se utiliza. Maniobras "aéreas" son aquellas en las que el surfista logra tomar impulso y "volar" sobre la ola, el "drop in" es el momento en el que se lanza en la ola a punto de romper, y la "reentrada" consiste en deslizarse sobre el borde superior de la ola rompiente para girar y tomar de nuevo la pendiente generada por el agua. Otros términos como "offshore" y "onshore" definen respectivamente viento favorable y desfavorable para el surf, al igual que olas "limpias" o "rotas".
Favoritos: Entre los llamados a llevarse medalla están los brasileños Gabriel Medina e Italo Ferreira, que encabezan el ránking de la WSL, o el japonés Kanoa Igarashi, estrella de su país y reciente plata en los World Surfing Games. En categoría femenina, la francesa Johanne Defay, la australiana Sally Fitzgibbons y la estadounidense Carissa Moore son algunas de las surfistas que llegan en mejor estado de forma.
EL KARATE, EN SU MEJOR LUGAR
Este deporte tiene en Tokio, sin temor a exagerar, una oportunidad única: debuta y a la vez se despide como deporte olímpico, puesto que ya ha sido excluido del programa de París 2024.
Con la rabia generada por esta decisión, los karatecas se han conjurado para demostrar con urgencia en Tokio la espectacularidad de su deporte, que se presenta con un programa compacto: solo diez competidores por categoría y una reducción a tres de los cinco pesos habituales.
Orígenes: El karate ('mano vacía') es un arte marcial nacido en Okinawa en el siglo XVI. A comienzos del XX se extendió por todo Japón y después al resto del mundo, sobre todo tras la II Guerra Mundial. En Europa fue Francia el país precursor. Aunque los primeros campeonatos del mundo se disputaron en 1970, la Federación Mundial que rige actualmente este deporte no se constituyó hasta 1990.
Escenario: La competición olímpica se disputará en un estadio mítico, el Nippon Budokan, donde hizo su estreno olímpico en los Juegos de Tokio 1964 otra de las artes marciales, el judo. Allí han tocado los Beatles, Bob Dylan y Eric Clapton, entre otros.
Las pruebas se disputan sobre un tatami azul de 8x8 metros, rodeado por una zona de seguridad de un metro más, de color rojo. La superficie es lisa y antideslizante.
Sistema: Las dos pruebas incluidas en el programa olímpico son el kata y el kumite individuales.
El kumite es un combate real entre dos competidores, mientras que el kata escenifica un combate entre un karateca y un rival imaginario.
En los combates, divididos en los Juegos en tres pesos por sexo, puntúan los golpes de puño y de pie y se pueden hacer proyecciones y barridos. Los encuentros duran tres minutos. Los diez competidores se repartirán en dos grupos de cinco y en cada grupo pelearán todos contra todos. Los primeros y segundos se cruzarán en las semifinales; los perdedores recibirán directamente el bronce (dos bronces) y los ganadores pelearán en la final.
Los entrenadores pueden pedir la revisión en vídeo de una acción.
En los katas (categoría única, sin distinción de peso), cada competidor elige cuál representa entre una lista oficial de 102 katas de distintos estilos. Debe cambiar de kata en cada ronda. Un panel de árbitros decide por puntos cuál es el mejor, valorando el nivel técnico (70 %) y el nivel atlético (30%).
El sistema de clasificación también será distinto al del circuito mundial. En la primera ronda los diez participantes se dividirán en dos grupos; cada uno hará dos katas y se obtendrá la nota media; los dos peores de cada grupo quedarán eliminados. En la siguiente ronda, los tres karatecas supervivientes de cada grupo harán un nuevo kata. Los primeros de cada grupo se enfrentarán por la medalla de oro, mientras que los segundos y terceros se cruzarán con los del otro grupo para repartirse los dos bronces.
Terminología: Sigue empleando en cualquier idioma la terminología japonesa con la que nació. Los karatecas visten un karategi, entrenan en el dojo, buscan la máxima puntuación con un ippon, obedecen a su sensei y en caso de empate a puntos esperan el hantei que decide el ganador.
Aprenderse de memoria los nombres de los 102 katas oficiales no está al alcance de cualquiera, pero he aquí algunos ejemplos: gankaku, papuren, matsukaze, suparinpei o kururunfa.
Favoritos: En katas los candidatos al oro olímpico están claros: los españoles Sandra Sánchez y Damián Quintero y sus respectivos rivales japoneses Kiyou Shimizu y Ryo Kiyuna. En kumite el espectro de nacionalidades con opciones de podio se abre bastante más. La turca Serap Ozcelik en -55 kg y el iraní Sajad Ganjzadeh en +75 son dos de los que apuntan con claridad al medallero olímpico inaugural del kárate.