Los últimos años en la vida de Julio César Giraldo han transcurrido tan rápido que ni él alcanza a percibir todo lo que ha sucedido a su alrededor, desde cuando era estudiante del Colegio Británico de Montería hasta hoy como jugador profesional del Rugby United de Nueva York, Estados Unidos.
No han pasado ni diez años. Aún siendo niño, la familia de este jugador antioqueño, nacido en Medellín hace 24 años, se radicó en la capital de Córdoba, donde, pese al incipiente rugby que allí se practica, demostró tantas condiciones que, en poco tiempo, hizo parte de la nómina de los Tucanes, como se denomina la Selección colombiana de este deporte.
Graduado en el Windsor Royal School de Montería en 2013, Julio César empezó en 2011 a jugar para el equipo local Caporos, que carecía, además de una nutrida plantilla, de presupuesto y un campo digno para realizar las prácticas. Y como él lo asegura, “nos sacaba a flote las ganas que teníamos de salir adelante”.
Y, finalmente, lo consiguió pues este joven deportista antioqueño empieza a escribir otra historia, al convertirse en el primer colombiano en hacer parte de un equipo de rugby profesional de Estados Unidos, uno de los países con más desarrollo en esta disciplina.
El Rugby United de Nueva York, con sede en Brooklyn y que disputa la Major League Rugby desde hace tres años como una de las franquicias más nuevas de ese país, firmó a Giraldo, quien había llegado a la Gran Manzana cinco años atrás en busca del “sueño americano”.
“Decidí que quería vivir en otro país por cuestiones de estudio, trabajo y también por el deporte. Ese fue el primer escalón que me permitió vincularme al movimiento americano del rugby”, señala.
La primera experiencia que el antioqueño tuvo en Nueva York fue cuando se enroló en un equipo llamado Old Blue, y que le permitió escalar y jugar en 2017 la séptima división de Francia con el equipo Electrogaz de Toulouse y luego con el Clamart de la cuarta categoría.
Momentos críticos
La historia de Giraldo cuenta que pese a todas las limitaciones que tuvo en Montería, siempre mostró coraje y motivación para hacerse jugador profesional de rugby.
Militar con los Tucanes sub-18 y hacer parte del elenco nacional que en 2013 ganó el Suramericano de la categoría B, le permitió empezar a lucir.
En 2014 superó una lesión que lo había privado de hacer parte del seleccionado mayor esa temporada. Sin embargo, Estados Unidos apareció en su radar al ser llamado para la entrevista de la residencia y terminar su carrera en Administración de Negocios.
“Jugué hasta diciembre de 2019 en Old Blue, hasta que recibí un comunicado del club profesional de Nueva York en el que me decían que me iban a dar un mes de prueba allí. Eso me sorprendió, porque aún no esperaba ascender tan rápido y menos en un equipo que es protagonista”.
Y entre la universidad, el trabajo y el rugby intentó balancear su vida.
Este domingo, en calidad de primer colombiano fichado por un equipo profesional de Estrados Unidos, será su debut oficial ante Boston en el Sam Boyd Stadium, el escenario ubicado en Las Vegas.