Cuando Mariana Pajón Londoño empezó a abrirse camino en el deporte siempre estuvo rodeada por hombres.
La razón es sencilla, en ese tiempo, a sus 5 años, las mujeres que practicaban en Medellín la modalidad extrema que eligió, el bicicrós, si acaso se podían contar en los dedos de las manos.
Encantada por la velocidad a la que rodaba y pasaba montículos su hermano Miguel, a quien se le ponía los uniformes y casco, Mariana finalmente convenció a sus padres para que la dejaran correr, sobre todo cuando ella misma, por iniciativa propia y a esa edad, se inscribió en una carrera de niños que promocionaron por los altoparlantes de la pista en la que acompañaba al mayor de los hijos de Carlos Mario Pajón y Claudia Londoño.
Si bien era una niña tierna y tímida, cuando disputaba las carreras se transformaba en una gladiadora, como lo recordó su padre en el documental que le hizo Espn a su hija, quien años después se convirtió en la deportista colombiana, hasta ahora, más brillante en los Juegos Olímpicos (dos oros y una plata).
“El cuerpo de esta niña era arrollador. A más de un hombre les hacía dar rabietas, enojos, porque les ganaba” y hasta lloraban, agregó su primer entrenador, Jorge Wilson Jaramillo.
“Entrenar al nivel de los hombres me llevó a ser campeona olímpica”, sostuvo Mariana, que, al igual que otras deportistas evidencian que el sexo femenino tiene la audacia, habilidad, destreza y fortaleza física y mental para lograr grandes resultados como lo hacen los representantes del género masculino.
La más reciente deportista que sorprendió con su talento es Linda Caicedo, que, tras entrenar con hombres en sus años de infancia, ahora viene haciendo la diferencia en el fútbol femenino. En el Mundial de la India, en el que Colombia fue subcampeón en la categoría sub-17, Linda fue reconocida como una de las mejores jugadoras del torneo (ver módulos).
Acostumbradas a ganar
Ángela Agudelo, trabajadora social de la Universidad de Antioquia, asegura que cuando las niñas se enseñan a entrenar y competir desde pequeñas con hombres, la restricción mental no se crea.
“A esa edad es muy pareja la parte física, y en ese sentido, las niñas ven a los niños como iguales. Ellos no tienen limitaciones mentales, estas se heredan o adquieren a mayor edad. Pero de pequeños no tienen bloqueos, por eso cuando se les pregunta que qué quieren ser responden que astronautas y hasta presidentes”.
Agudelo, mentora consciente quien ha tenido la oportunidad de compartir sus conocimientos con deportistas de élite, recalca que cuando las deportistas son más grandes tienen la idea de dar el máximo indiferente de la persona que tengan al lado como rival porque no crearon una limitación.
La especialista aclara que no se debe desconocer que la fuerza masculina es mayor a la de la femenina, como se evidencia en deportes como el boxeo, pero en otros esta pasa a un segundo plano.
“Por ejemplo Mariana Pajón puede darle batalla a los hombres del bicicrós. Quizá por potencia ellos son más rápidos, pero a nivel mental les podría ganar. La sola presión de saber que están corriendo ante ella juega en contra de muchos. Como Mariana no tiene limitación de correr con ellos, sigue de largo”, señaló Agudelo, al mencionar la etapa de formación que adelanta la tenista paisa María Camila Tobón, a quien su entrenador Alejandro Zapata la pone a entrenar con adultos hombres y ella ya los derrota. “Esto es una gran ganancia para su mente a futuro”. Agrega que ayuda también las pruebas mixtas, en las que atletas de ambos géneros se complementan buscando el éxito deportivo.
A continuación presentamos mujeres referentes de la actividad atlética del país que se han fortalecido al lado de hombres, y quienes hoy brillan, incluso, triunfando ante ellos
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títulos mundiales suma Pajón, quien recientemente ganó la Copa Mundo en Bogotá.