Dice un adagio popular: en la vida mientras unos ríen los otros lloran. Ese dicho aplica perfecto para lo que pasó con grandes figuras del deporte que vivieron en París 2024 la última olimpiada de sus carreras en el alto rendimiento.
El tenis no solo pasó de la alegría del serbio Novak Djokovic, quien a sus 37 años consiguió el oro olímpico, único título que le faltaba a su exitosa carrera. No. También se estremeció de tristeza al ver a Rafael Nadal, a sus 38 años y en la que parece ser su última temporada como profesional, salir eliminado en segunda ronda de los Juegos Olímpicos tras perder contra Nole, su rival histórico.
Lo curioso para ambos fue que todo pasó en la cancha de polvo de ladrillo en que se juega el Roland Garros, en la que cada uno tenía recuerdos distintos. La vida, siempre paradójica, quiso que al máximo ganador del Grand Slam francés se le acabara su recorrido olímpico en la cancha donde más brilló, mientras que Djokovic consiguió inmortalizar su nombre en las olimpiadas en la pista donde se juega el “grande” que menos veces ha ganado (tiene 4 títulos).
También en el tenis le dijo adiós a las olimpiadas el británico Andy Murray (Glasgow, Escocia, 37 años). El campeón olímpico de este deporte en Londres 2012 quedó eliminado en los cuartos de final de la modalidad de dobles, luego de perder, junto a Dan Evans, contra la dupla conformada por los estadounidenses Tommy Paul y Taylor Fritz, quienes terminaron quedándose con la medalla de bronce.
En los deportes individuales también hubo contraste. La jamaiquina Shelly-Ann Fraser Pryce, dos veces campeona olímpica de los 100 metros planos y leyenda del atletismo femenino, no logró llegar a la final de la prueba en las olimpiadas de París. La velocista de 37 años, que era una de las favoritas a quedarse con un escaño en el podio, se retiró antes de correr la serie de semifinales por una lesión muscular que sufrió mientras hacía su rutina de calentamiento en las que fue su última presentación en unas justas multideportivas.
Por el contrario, el luchador cubano Mijaín López, que tiene 41 años, se quedó con la medalla de oro en los 130 kilogramos de la greco-romana. Con eso, se convirtió en el único deportista en la historia de las olimpiadas que logró llevarse la presea dorada en cinco ediciones diferentes de los Juegos Olímpicos.
Una vez terminó su combate contra el chileno Yasmani Acosta, en el que se impuso con un contundente 6-0, “El Gigante de Herradura” (mide 1,96 metros), se quitó las botas y las puso en el centro del escenario de la pelea: con eso informó, de manera simbólica, que se retiraba del deporte después de una carrera llena de éxito, en la que también consiguió cinco títulos mundiales en lucha greco-romana.
Por el lado de los deportes de conjunto el contraste de la felicidad y la tristeza lo protagonizaron un estadounidense y una brasileña. El basquetbolista estadounidense LeBron James, de 39 años, disputó en París sus últimas olimpiadas con el equipo nacional de Estados Unidos.
Con un quinteto lleno de estrellas como Stephen Curry, Jayson Tatum, entre otros, el “rey” James consiguió su cuarta medalla olímpica. De ellas, tres fueron de oro (Pekin, Londres y París), y una fue de bronce (Atenas 2004). LeBron, que está cerca de dejar el baloncesto profesional, abandonó el olimpismo tocando la gloria 20 años después de su primera participación en las justas.
Entre tanto, la futbolista brasileña Marta Vieira da Silva, considerada por muchos como una de las mejores jugadoras de la historia del balompié jugado por mujeres, no logró el sueño que buscó toda su vida: ganar la medalla de oro de los Juegos Olímpicos con su país.
Lo intentó tres veces y siempre la gloria olímpica le fue esquiva. Hace 20 años, en las olimpiadas que se hicieron en Atenas en 2004, la brasileña consiguió la medalla de plata. En Pekín 2008 también y, aunque se pensaba que en París podría hacer la diferencia, no lo logró: su carrera en las justas multideportivas terminó con un nuevo “baño en plata”, que se contrastó con la alegría que sintieron las estadounidenses, ganadoras de la final, que consiguieron su quinta presea dorada.