Solo en 5 de las 16 fechas que van de la fase clasificatoria de la Liga Águila-2 el Medellín ha estado por fuera de los 8 primeros.
Sucedió en las jornadas 1 (12°), 4 (9°), 14 (9°), 15 (10°) y en la que termina esta noche (7:45 p.m.) con América-Patriotas. Antes de este encuentro el equipo paisa aparece 9° con 20 puntos, pero un empate o un triunfo de los Diablos Rojos lo enviaría al 10° lugar.
Aunque el DIM nunca ha sido líder, fue 6° (fechas 2 y 13), 7° (3), 4° (5, 7, 8, 9, 10) y 5° (6, 11, 12). Es decir, en el 67,8 % del campeonato, hasta hoy, tuvo un lugar seguro en cuartos de final. De ahí la tristeza de los hinchas, pues muchos consideran que hay nómina para dar la pelea en la Liga y sorprender en la final de Copa ante Junior (la serie va 1-1).
Para conseguir estos objetivos el Poderoso necesita dejar atrás la racha negativa de 10 partidos sin ganar en las dos competiciones.
“En Liga el panorama es complejo, pues requiere los 12 puntos en los 4 encuentros que le restan para llegar a 32 y no depender de nadie”, reflexiona el seguidor Augusto Ramírez, así otros aficionados consideren que con 30 unidades se puede avanzar.
El Medellín se enfrentará este domingo (5:45 p.m.) a Jaguares en el Atanasio, luego visitará al América, regresará a casa para recibir a Petrolera y finalizará el calendario con el clásico ante Nacional, el último rival al que venció (1-0).
Mejor manejo
Además de levantar el nivel futbolístico, el Equipo del Pueblo necesita replantear su manejo administrativo que, indirectamente, lo está afectando.
Pedirle el cargo a Juan José Peláez previo a la final de Copa y en esta instancia de la Liga, para muchos seguidores, no fue acertado ni elegante.
Y la interinidad del español Ismael Rescalvo y sus ayudantes (su hermano Juan; Ricardo Calle y David Montoya) da a entender que no hay mucha confianza en ellos. “Si creen en sus capacidades que los ratifiquen, pues ponerlos a prueba en los encuentros que se aproximan no obedece a un proceso serio y planificado”, advierte el hincha Juan Ibarra.
A propósito de Peláez, tenía contrato hasta junio de 2018. Los dirigentes tienen pendiente resolver este caso que también cobija al asistente Bélmer Aguilar y el preparador físico Juan Quintero.
Así las cosas, no fue como se dijo en el comunicado de prensa, que la salida del técnico Peláez no fue “un mutuo acuerdo” entre este y la Junta Directiva.
Lo que resta ahora, asegura el hincha Ibarra, es cruzar los dedos para que lleguen milagros deportivos y la dirigencia actúe con más certeza.