A comienzos de febrero, Donald Trump firmó un decreto que prohíbe a los atletas transgénero participar en deportes femeninos, luego de que durante los Juegos de París, el ahora presidente acusara a la boxeadora argelina de ser un hombre y advirtió, sobre Los Ángeles-2028: “Mi administración no se quedará cruzado de brazos para mirar cómo los hombres baten a deportistas femeninas”.
De 25 años, Khelif se proclamó campeona olímpica en la categoría -66 kg y durante su participación tuvo que soportar acusaciones en referencia a su género.
Interrogada por ITV News sobre sus objetivos deportivos, Khelif respondió: “Una segunda medalla de oro, por supuesto. En Estados Unidos, en Los Ángeles”.
Y advirtió que en los próximos Juegos será más fuerte: “Aprendí mucho en esta experiencia (en París). Creo que la antigua Imane estaba al 50% de su potencial, la Imane Khelif de hoy está mucho más motivada y determinada”.
París-2024 “fue una experiencia que me abrió los ojos” y “me siento aún más fuerte de lo que era antes”.
Los títulos olímpicos de Khelif y de la taiwanesa Lin Yu-ting (-57 kg), ambas acusadas de ser transgénero, abrieron un debate en el que participaron personajes como Trump o Elon Musk.
Las deportistas estuvieron apoyadas por el Comité Olímpico Internacional (COI) y ambas pudieron competir en la categoría femenina, como siempre habían hecho.
Las dos boxeadoras fueron excluidas del Mundial-2023 por la Federación Internacional de Boxeo (IBA), quien a su vez fue apartada por el COI de la organización del torneo olímpico por sus problemas financieros y de gobernanza de la instancia presidida por el ruso Umar Kremlev.