Escoltó a Pogacar en la general. Los colombianos no estaba entre los 3 primeros desde 2021 cuando Egan fue campeón. Dani emula como subcampeón a Urán, Chaves y Nairo.
Daniel Felipe Martínez (Bora), el ciclista que hace menos de un año mostraba una sonrisa como parte de tranquilidad pese a estar postrado en una camilla con su brazo izquierdo enyesado y tras sufrir fuertes golpes en sus piernas, volvió a reír este domingo pero esta vez montado en un podio: el del Giro de Italia, el mejor, hasta ahora, en sus diez años enfocado en el ciclismo profesional.
El cundinamarqués (Soacha, 1996), fue de los pocos “mortales” que logró seguirle el fuerte ritmo al vencedor de la corsa rosa en 2024, el esloveno Tadej Pogacar (UAE), y como recompensa a su esfuerzo y valentía consiguió el privilegiado segundo lugar de la competencia, en la que tres años antes había sido quinto y escudero de su compatriota Egan Bernal para que ganara esta prestigiosa carrera.
Desde ese 2021 el país no tenía un representante en el podio final del Giro. Aparte de los títulos de Nairo Quintana y Egan, también fueron subcampeones Rigoberto Urán (2013 y 2014), Esteban Chaves (2016) y Nairo (2017). Supermán López registra un tercer lugar en la edición del 2018.
Volver a ese sitial de honor es gracias a los progresos de Dani Martínez, que son asombrosos, en una carrera deportiva forjada a punta de esfuerzo.
A sus padres no les gustaba que montara en cicla. De hecho el pedalismo, más allá de que su hermano y motivador Alirio lo practicaba, no fue la primera pasión en la vida de Daniel Felipe. El fútbol era lo que lo trasnochaba a este hincha de Atlético Nacional.
“Desde que tenía 10 años quería ser futbolista, jugaba con mis amigos en el colegio, pero la vida te pone en el camino que mejor te convenga”, le dijo Dani a El Colombiano años atrás, agregando que le cogió amor al deporte de las bielas gracias a las invitaciones que Alirio y algunos vecinos le hacían para que los acompañara a rodar los fines de semana por las montañas de Cundinamarca.
Nació en Soacha hace 28 años, pero cuando regresa a Colombia se radica en Antioquia, donde viven su esposa Laura Melisa Valencia, expedalista, e hijos Isaac y Mayah.
Martínez, que de niño vendía dulces dentro de su colegio en Soacha para ayudar a sus padres en la economía del hogar y para armar mejor la bici que le regaló Alirio, representa el espíritu de la superación.
En 2019, cuando empezó su reinado en las contrarreloj de los Nacionales (único con 4 títulos en esta especialidad) sufrió un accidente en un entrenamiento por las carreteras de Antioquia, el cual le causó fracturas en ambas manos y tuvo que ser operado. Al año siguiente fue de nuevo campeón nacional de crono, ganó etapa en el Tour Colombia, venció en otra en el Tour de Francia y conquistó el Criterium del Duphiné.
“No me gusta caer en lamentaciones, siempre hay que pararse y salir adelante”, decía Dani con su habitual toque de frescura. Desde que llegó al ciclismo de Europa con 18 años evidenció poder físico y mentalidad férrea para soportar el cambio, las adversidades y acoplarse a una vida distinta. Su enfoque siempre fue estar entre los mejores. Y en este Giro lo consiguió.
Antes integró las filas del desaparecido Team Colombia, y por su poderío en las competencias que disputó en ese entonces, fue fichado por el Wilier Triestina-Selle Italia. Después, gracias e Rigoberto Urán, dio el salto a su primer elenco World Tour: el EF Education. Luego, con sus asombrosas actuaciones, sedujo al Ineos Grenadiers, recomendado por Egan Bernal, a quien había protegido para que ganara en 2017 el Tour de l’Avenir, en Francia.
“Este chico no es futuro, es presente”, decía el director deportivo español Juan Manuel Gárate sobre Martínez, a quien dirigió en el EF. En septiembre de 2023, tras una caída en el Giro de Toscana, Dani puso fin a su temporada. Allí fue donde su brazo sufrió la peor parte y tuvo que guardar otra vez reposo, pues en julio de ese año se retiró del Tour de Francia al caerse en la etapa 14 y detectársele síntomas de conmoción cerebral.
Si bien se pensaba que seguiría representando al Ineos, la sorpresa fue mayor cuando anunció que defendería al elenco alemán Bora-hansgrohe, que había fichado a otro grande de este deporte, el esloveno Primoz Roglic. “Al principio estaba pensando en quedarme en Ineos, pero quería darme otros aires. Los años que vienen son muy fructíferos para mi carrera y el Bora me dio muchas oportunidades”, dijo Martínez tras fichar hasta 2027 con este elenco, con el cual ha tenido gratas celebraciones.
Fue campeón nacional de contrarreloj, logró dos fracciones en la Vuelta al Algarve (subcampeón), siendo el único en vencer, en llegadas con finales explosivos, a otra estrella del pedal, el belga Remco Evenepoel. Mientras que en este Giro intentó darle batalla al campeón Pogacar.
Ahora, desde el podio en Roma, Martínez se traza nuevas metas y se convierte en ejemplo de inspiración para otros jóvenes del país.
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