El sábado 21 de septiembre, el joven defensor antioqueño salió del estadio Villa Park de Birmingham en camilla y tapándose el rostro, quizás con un poco de rabia, tal vez sintiendo algo de susto.
Le pareció extraño que, después del final del partido, no pudiera caminar. Le dolía cada vez que pisaba. Su rodilla tambaleaba. Le hicieron estudios médicos y el resultado confirmó lo que no quería escuchar: se rompió los ligamentos cruzado anterior y colateral de la pierna izquierda.
El tiempo estimado de recuperación para un futbolista de esa lesión es de entre 7 y 9 meses. De acuerdo con lo que explicó el terapeuta antioqueño Sebastián Botero, la incapacidad es tan larga porque, una vez le realicen la cirugía al deportista, el injerto que le pongan al cuerpo se demora cerca de 2 meses en “pegar”.
Luego deben iniciar los proceso de rehabilitación física, de terapia para volver a caminar desde cero. Eso se demora un par de meses más y finalmente, el deportista arranca el proceso de readaptación a su práctica, luego empieza a entrenar en cancha y por último, después de un tiempo, se siente en confianza de jugar y retoma su nivel.
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De acuerdo con el médico deportólogo antioqueño José Fernando Arango, está comprobado fisiológicamente que un deportista se demora entre 12 y 18 meses después de superar la lesión de los ligamentos, para recuperar su máximo rendimiento deportivo.
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“El Ligamento Cruzado Anterior es el más importante de la rodilla, debido a que funciona como eje y pivot de la articulación. Sobre este convergen todas las fuerzas de desplazamiento anterior, posterior y rotacionales. Cuando se rompe prácticamente la rodilla queda en completa inestabilidad”, aseguró Arango, quien trabaja en Canadá y hace algunos años hizo parte del departamento médico del Medellín.
Una vez se produce la ruptura del ligamento, la rodilla se inflama como mecanismo de defensa, para avisarle al cuerpo que algo está mal, se sigan haciendo movimientos bruscos y el problema físico llegue a empeorar. Según Botero, por eso hay que esperar un tiempo para que la hinchazón baje y la rodilla se pueda operar.