El futbolista portugués, que el pasado 5 de febrero cumplió años, celebró el tanto del triunfo 1-0 de su equipo contra Al Feiha este miércoles.
Hay un hombre portugués que parece haber encontrado la fórmula mágica para mantenerse en forma, para que el paso de los años tengan un impacto mínimo en su desempeño profesional. Es cierto que con 39 años en una persona joven en la vida civil, pero como su profesión es ser futbolista, su edad ya hace pensar que está más cerca del ocaso deportivo que de cualquier otra cosa.
Cristiano Ronaldo, que el pasado 5 de febrero, como se dice popularmente, quedó a solo un escalón de subirse al cuarto piso, sigue vigente. Aunque juegue en el fútbol de Arabia Saudita (una liga de un nivel bajo en comparación con las europeas), sigue marcando goles, aún cuando no pudo estar en el duelo entre Al-Nassr e Inter Miami que se jugó el pasado primero de febrero (que fue catalogado como el último baile entre Messi y el luso), por una lesión.
Ronaldo, que tiene entre sus logros personales como futbolista profesional haber ganado cinco balones de oro, marcó este miércoles el tanto con el que su equipo venció 1-0 a Al Feiha en los octavos de final de la Liga de Campeones de Asia.
El atacante portugués, que llegó al equipo árabe en diciembre de 2022, después de haber tenido varios desencuentros con Erik Ten Hag, entonces entrenador del Manchester United, cuadro para el que jugaba, celebró el tanto del triunfo al minuto 81 del partido.
La jugada del gol empezó en los pies de Ronaldo. El luso, que también es recordado por el paso galáctico que tuvo por el Real Madrid entre 2009 y 2018 (es el máximo goleador del cuadro blanco con 451 anotaciones), recibió de espaldas una pelota en la parte de afuera del área.
Hizo un pase corto a un compañero que estaba cerca, quien luego, en cuestión de segundos, devolvió por el aire la pared al jugador que es el goleador histórico de la Champions League que organiza la Uefa con 141 tantos.
Entonces Cristiano, que tiene unos reflejos impresionantes para la edad que carga en las piernas, siguió el balón con la mirada. Mientras corría a toda velocidad, observando con la disciplina de un matemático el movimiento del arquero, calculó dónde iba a caer la pelota y antes de que tocara el suelo la pateó con el borde externo de su pierna derecha.
Ronaldo, que después de hacer contacto con la bola se estrelló contra el arquero, vio que la pelota entró al arco y corrió hacia una de las esquinas del estadio príncipe Faisal bin Fahd, donde hace las veces de local el Al Feiha, para celebrar su gol 41 con el equipo saudí.
Pero esta vez no hizo su celebración habitual. Al parecer los años llevaron a que cambiara su acostumbrado grito de “Siuuu”, por algo más tranquilo: saltó y se puso las manos en el pecho, como una madre que abraza a un hijo que no quiere perder.
Tal vez esa celebración sea porque Cristiano Ronaldo, el hombre que a los 39 años sigue marcando goles, siendo portada de revistas internacionales, siendo referente de moda masculina, quiere mantenerse abrazado a su vigencia en el fútbol y con eso hacerle el quite al paso del tiempo, que aunque ha llevado a que su rendimiento no sea el mismo de antes, aún no ha podido alcanzarlo. El luso parece ser eterno.
El próximo encuentro del Al-Nassr, en el que también juega el arquero colombiano David Ospina, será el Sábado 17 de febrero, en el duelo contra Al-Fateh por la Liga de Arabia. La vuelta de los octavos de final de la Champions asiática será el miércoles 21 de febrero (1:00 p.m., hora de Colombia), en el estadio del equipo del portugués.
