El menor asistió, junto a otros niños, a una de las prácticas que hizo el seleccionado colombiano previo al partido contra Chile, válido por la décima fecha de las eliminatorias.
Llamémoslo Andrés. Tiene unos ocho años y genera ternura desde el primer momento en que alguien lo mira. Su rostro de chachetes rojos toma una forma redonda cada vez que sonríe. La alegría parece no caberle en el cuerpo. Por lo menos así se vio en la tarde del lunes, cuando cumplió uno de sus sueños: tener cerca a los futbolistas de la Selección Colombia.
Sí, el niño del que hablamos es aquel que estaba en silla de ruedas en el último entrenamiento que hizo el seleccionado nacional en Barranquilla antes del partido contra Chile de la décima fecha de las eliminatorias y cuyo video le dio la vuelta al país en las últimas horas.
El menor estaba lleno de alegría. Lo ubicaron, junto a otros niños, en uno de los bancos de suplentes del Metropolitano. Los futbolistas no habían salido del camerino y él ya e cogía la camiseta del seleccionado nacional, besaba el escudo, levantaba la mano en señal de victoria. Tenía el presagio de que algo muy bueno estaba por pasar.
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Tenía un poco de nervios. Estaba desesperado. Miraba todo el tiempo hacia el camerino, esperando ver en persona a los ídolos que había visto tantas veces en televisión. Llegó el momento. Salieron los jugadores. Él se veía absolutamente desbordado por la emoción. Movió la mano con mucha energía mientras los veía caminar.
En un primer momento los arqueros no lo voltearon a mirar. Sin embargo, Camilo Vargas fue el primero que se le acercó. Lo abrazó. El niño le extendió un marcador para que le firmara la camiseta. El guardameta escribió en ella. Le dio un abrazo y el niño no se cambiaba por nadie.
Pero la emoción en el cuerpo del niño se desbordó cuando vio a James Rodríguez. El capitán de la Selección también hizo contacto visual con él y lo saludó, lo abrazó, se tomó una foto. Lo mismo hicieron futbolistas como Richard Ríos, Luis Díaz, Kevin Castaño, Luis Sinisterra, Yerry Mina, Juan Fernando Quintero, entre otros.
La atención no solo se la llevó Andrés. También habían otros niños de escuelas de la capital del Atlántico que tuvieron la posibilidad de acercarse a los futbolistas del combinado Tricolor. Los niños no olvidarán ese día. Los jugadores tampoco. La alegría y la inocencia de los menores le dio energía a los miembros del seleccionado nacional para el partido contra los chilenos, en el que más goles ha marcado en este camino a la Copa del Mundo.
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