Cuando las cosas van bien, pocas son las críticas y los buenos resultados suelen tapar los errores del entrenador. Sin embargo, cuando se repiten patrones en las derrotas, es inevitable que las alarmas se enciendan. La Selección Colombia ha caído en tres partidos clave en los últimos meses, todos en el último suspiro: la final de la Copa América ante Argentina, la derrota en Eliminatorias ante Uruguay y el reciente revés ante Brasil. Este preocupante síntoma ha sido analizado por distintos expertos, quienes coinciden en que la gestión de Néstor Lorenzo ha dejado dudas en su manejo del plantel.
“Al parecer hay jugadores intocables en la Selección y al técnico no le gusta tocarlos pese a que todo el mundo ve que están cansados”, manifestó el técnico tolimense Hernán Torres.
Sus declaraciones reflejan una inquietud compartida: la falta de rotación en momentos cruciales. Brasil, por ejemplo, realizó siete cambios en su último partido, mientras que Colombia mantuvo en cancha a jugadores visiblemente desgastados. “Brasil hizo siete cambios y Colombia también pudo haberlos hecho, pero se quedó con la nevera llena”, añadió Torres.
Gildardo Gómez, exjugador de la Selección Colombia, también cuestionó la gestión de los relevos. “Desde el minuto 70 debía haber mandado a la cancha a Quintero o a Carrascal por James y arriba buscar posibilidades con un jugador como Marino Hinestroza, que tiene velocidad y es desequilibrante. Físicamente Brasil terminó mejor y por eso termina ganando”, explicó.
Las declaraciones de Lorenzo después del partido no hicieron más que avivar la polémica. “Teníamos que refrescar. James me dijo que podía seguir un poco más y lo mismo Lucho. Teníamos que tapar un poco las bandas con un jugador que pudiera ayudar como volante también con un jugador como Carrascal que lo hace bien por izquierda y derecha”, afirmó el entrenador argentino.
Para muchos, estas palabras son preocupantes, pues parecen indicar que James Rodríguez tiene un peso desproporcionado en las decisiones tácticas. La falta de autoridad de Lorenzo para tomar decisiones drásticas podría estar afectando el rendimiento del equipo en los momentos críticos.
El desgaste físico de los jugadores también fue evidente, según el exdelantero Hamilton Ricard. “Para mí el profe Lorenzo sacó al que mejor hacía las cosas, que era Jhon Arias, y dejó en la cancha a jugadores que no les daba más y caminaban, teniendo tanta calidad y recambio en el banco de suplentes”, comentó.
Pero el cansancio no es el único factor que explica las derrotas. La falta de concentración en los últimos minutos ha sido letal. En la final de la Copa América, un descuido en una pelota dividida en el tiempo extra le dio a Argentina el gol del título. Contra Uruguay en Montevideo, Colombia empató 2-2 en el minuto 96, pero tras sacar del medio, los celestes marcaron el 3-2 de inmediato. Frente a Brasil, la Tricolor esperó demasiado atrás, le dio espacio a Vinicius para moverse en diagonal y le permitió rematar con comodidad para el 2-1 en el minuto 98.
Las críticas comienzan a acumularse y el crédito de Lorenzo se reduce. Su proceso, que hasta hace poco era inmaculado, ahora enfrenta serias dudas tras sufrir tres derrotas consecutivas por primera vez. La falta de cambios oportunos, el mal manejo de los tiempos y la incapacidad para sostener el resultado en los minutos finales ponen al entrenador contra las cuerdas.
Lo más preocupante es que el equipo no ha recuperado el nivel mostrado antes de la final de la Copa América. Cerró el 2024 con derrotas ante Uruguay y Ecuador, y comenzó el 2025 con una caída ante Brasil. Si no se toman correctivos, la Selección podría comprometer su camino hacia el Mundial y la estabilidad de Néstor Lorenzo en el banquillo podría estar en riesgo.
