La Selección de Brasil no pudo vencer a Venezuela en Maturín. El equipo dirigido por Dorvial Junior, no logró llegar a su victoria 18 contra los patriotas en los 20 duelos que han tenido por eliminatorias, a pesar de haber una opción clara para lograrlo.
El extremo del Real Madrid, Vinicius Junior, no logró concretar el penalti que pateó al minuto 60 del segundo tiempo, con el que le daba los tres puntos al seleccionado de su país. El arquero Rafael Romo, nacido en Turén, municipio del estadio portuguesa de Venezuela, se impuso en el duelo contra uno de los mejores jugadores del mundo.
A quien no pudo imponerse fue al extremo del Barcelona, Raphinha. El futbolista nacido en Porto Alegre hace 27 años, anotó uno de los mejores goles de las clasificatorias a Norteamérica 2026. Al minuto 43 del primer tiempo, pateó un tiro libre a perfil cambiado que puso en ventaja a Brasil.
Nada apuntaba a que Raphinha, que es zurdo natural, patera la falta que hicieron los defensas venezolanos en el lado izquierdo del área que defienden. Por lo general, un derecho es quien tiene mejor perfil para buscar meter la pelota en el ángulo, mientras que los jugadores cuya pierna hábil es la izquierda ponen centros al punto penalti para que sus compañeros cabeceen.
Pero Raphinha se atrevió. Pateó al segundo palo de Romo. La pelota, abierta, pasó por un lado de la barrera y pegó en el poste de la mano izquierda del arquero venezolano. Iba con fuerza, pero también llevaba efecto. Por eso, en lugar de salir hacia el área, la pelota se fue hacia el otro lado del arco. Entró. Gol.
El jugador celebró como suele hacerlo: se arrodilló e hizo la mímica de quien lanza una flecha. Raphinha hizo algo histórico para Brasil. Con su anotación, los pentacampeones del mundo volvieron a marcar de tiro libre en unas eliminatorias Suramericanas al Mundial después de 19 años y seis procesos clasificatorios.
La última vez que un jugador brasileño había marcado de esta manera fue en octubre de 2005, cuando se disputaban las eliminatorias al Mundial Alemania 2006. El gol lo hizo el histórico lateral izquierdo Roberto Carlos. De manera paradójica, también se lo anotó a Venezuela, que con el empate a un gol en Maturín mantiene viva su esperanza de clasificar por primera vez a una Copa del Mundo: es séptima con 12 unidades.