La entrenadora del seleccionado de Inglaterra se convirtió en la primera en llevar a dos elencos de distintos países a la final de un Mundial femenino. Mañana buscará el título ante España.
Sus ojos verdes siempre miran a la cancha con la determinación de un águila. Todo el tiempo está concentrada, pensando en cómo sacar el máximo rendimiento de las deportistas que dirige. Es una ganadora insaciable y está acostumbrada a que su nombre esté escrito en las páginas de la historia.
Sarina Wiegman es una líder innata. Por eso, a sus 53 años, dirige a la selección inglesa con la mezcla perfecta entre tranquilidad y exigencia que caracteriza a las madres.
Confía tanto en sus dirigidas que siempre se ve serena. Ni siquiera cuando su equipo estaba perdiendo con Colombia en el duelo de los octavos de final del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda, que habría sido su segunda derrota en todos los juegos en los que ha dirigido al equipo británico, ella se mostró ansiosa. Siempre confió en sus jugadoras y al final se quedó con la victoria.
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Con la certeza de quien está predestinado para lograr grandes cosas, el seleccionado de Wiegman, que nació en La Haya, Países Bajos, el 26 de octubre de 1969, enfrentó a Australia en las semifinales de la Copa del Mundo y lo venció con un contundente 3-1.
Con ese resultado, Inglaterra alcanzó la primera final de su historia en un Mundial femenino. Las jugadoras celebraron a rabiar, mientras que la entrenadora lo hizo con la mesura de quien ya ha vivido una situación y esta vez quiere cambiarle el final.
Costumbre de ser pionera
Sarina está acostumbrada a ser pionera: cuando era jugadora profesional (se retiró en 2003) fue la primera futbolista, tanto en la rama masculina, como en la femenina, en alcanzar los 100 partidos con la selección de Países Bajos (lo consiguió en 2001).
También fue la primera mujer que consiguió estar dentro de una organización de fútbol profesional en su país. Lo hizo en 2015, cuando después de recibir la Licencia Pro de la Uefa, se convirtió en la asistente técnica de la filial del Sparta de Rotterdam.
Además, ya cuando estaba en su etapa como entrenadora de seleccionados nacionales femeninos, se convirtió en la entrenadora que le dio a Países Bajos su primera Eurocopa femenina. Lo consiguió en la edición de 2017, que se jugó en territorio neerlandés, luego de que sus dirigidas se impusieran 4-2. Lo mismo hizo con Inglaterra en la Euro que se disputó en 2022 en suelo inglés.
Pero el hito más grande que Wiegman ha logrado en su carrera, y que podría tener mayor relevancia si este domingo las inglesas vencen a España en el partido por el título, que se disputará a partir de las 5:00 a.m. (hora de Colombia), es que se convirtió en la primera entrenadora en la historia de los mundiales, tanto masculinos como femeninos, que ha logrado llevar a dos selecciones diferentes a disputar la final del torneo.
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En la Copa del Mundo que se jugó en Francia en 2019 llevó al seleccionado de Países Bajos a disputar la final. Enfrentaron a Estados Unidos. Las norteamericanas se impusieron 2-0 con un gol de Megan Rapinoe y otro de Rose Lavelle. Como pocas veces, en esa ocasión Sarina vio cómo otras celebraban.
Pero en esta oportunidad, con la experiencia y tenacidad que le han dado los años en el fútbol femenino, espera que su modelo de trabajo, que consiste en “tener algo preparado”, pero nunca decir de qué se trata para sorprender a las rivales, le dé fruto y se convierta en la primera estratega en ganar un Mundial femenino con la Selección de Inglaterra.
La voz de la experiencia
Ya dijimos que Wiegman fue futbolistas profesional. Jugó entre 1987 y 2003. Los primeros años de su carrera fueron en su país. Jugó en el KFC 71 y con ese cuadro ganó la Copa que organiza la Real Asociación Neerlandesa de Fútbol. Después migró a Estados Unidos. Estudió licenciatura en Educación Física en la Universidad de Carolina del Norte y jugó en el equipo North Carolina Tar Heels. Con ese cuadro se consagró campeona de la Liga Universitaria de la Unión Americana conocida como NCAA.
En 1994 regresó a Países Bajos. Jugó en el Ter Leede. Con ese equipo estuvo hasta 2003, cuando por el embarazo de su segundo hijo, se retiró del fútbol profesional. Tres años después empezaría su carrera como entrenadora que llevó a que hoy su nombre esté escrito en la historia del balompié jugado por mujeres.
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Una entrenadora Laureada
·Sarina Weigan ha sido elegida dos veces como la mejor entrenadora femenina del mundo. La primera vez fue en 2017, cuando recibió en Premio The Best que entregó la Fifa. En 2020 recibió por segunda vez el galardón.
·En 2012, la Real Asociación Neerlandesa de Fútbol le confirió el título de Caballero Federal, que la convierte en parte de la nobleza de su país. Además, en la sede de la entidad hay una estatua de Weigan por su aporte al balompié femenino.
·En 2022 fue conmemorada con la Orden del Imperio Británico después de ganar la Eurocopa.
