La justicia de Río de Janeiro suspendió una multa de más de tres millones de dólares, fijada el año pasado contra el astro Neymar por supuestas infracciones ambientales en la construcción de un lago artificial en su mansión a las afueras de la ciudad brasileña.
En la decisión, fechada el lunes, pero obtenida el miércoles por la Agencia AFP, la jueza Adriana Ramos de Mello, del Tribunal de Justicia do Río de Janeiro, cita un informe del ente ambiental regional INEA que reconoce que las obras en el inmueble no necesitaban permisos ambientales.
Lea aquí: ¿Qué le pasó a Neymar? Críticas por su aspecto físico en Arabia tras el Carnaval de Río
“Como las multas fueron aplicadas en cifras millonarias, continuar exigiéndolas (...) infligirá un prejuicio sustancial, desproporcional y hasta ilegal” al jugador, concluyó la jueza.
Neymar había sido multado en julio de 2023 por la fiscal general de Mangaratiba, un municipio turístico ubicado a unos 130 kilómetros de Río, donde la actual figura del Al-Hilal saudita tiene la mansión.
La sanción, fijada en más de 16 millones de reales, una suma equivalente entonces a 3,3 millones de dólares, correspondía a “infracciones ambientales en la obra de construcción de un lago artificial en la mansión del jugador”, dijo entonces la Secretaría de Medio Ambiente de Mangaratiba.
Siga leyendo: El papá de Neymar se negó a pagar la fianza de Dani Alves y dijo que la ayuda se terminó
Para el ente municipal, entre las “decenas de infracciones” detectadas, se encontraban la “realización de una obra pasible de control ambiental sin autorización”, “captación y desvío de agua de río sin autorización”, y “remoción de tierras y supresión de vegetación sin autorización”.
Pero en su decisión, la jueza respaldó el aval del instituto ambiental regional.
“La inspección del INEA (...) dio fe de que no se requiere licencia (ambiental) para tales actividades” y que las supuestas infracciones relatadas por la fiscal “no estaban presentes”, afirmó.
El “10” de la selección brasileña compró la mansión de Mangaratiba en 2016. Según medios brasileños, ocupa 10.000 metros cuadrados de terreno e incluye un helipuerto, un spa, un gimnasio y el polémico lago.
