Estaban agotadas. En la expresión desencajada de la cara se les notaba que el fuerte calor del final de la tarde en Cali las tenía desesperadas. Además, las atacantes del seleccionado de Estados Unidos, que atacaban con intensidad, las pusieron contra las cuerdas: por un momento las norcoreanas se sentían muy asediadas.
Las norteamericanas se acercaban a la portería norcoreana buscando un milagro como el del fin de semana, cuando le empataron 2-2 a Alemania en el tiempo de reposición y al final se quedaron con la clasificación en la tanda de penaltis (3-1).
Pero esta vez no llegó. Las futbolistas de Corea del Norte defendieron la ventaja que consiguieron desde el minuto 22 del primer tiempo, con un gol de Il-Son Choe, con una disciplina militar, como si su paso a la final del Mundial femenino que se juega en nuestro país fuera un asunto de vida o muerte.
Después de seis minutos de reposición, la jueza central del partido por fin pitó. El juego se terminó. El estrés de las coreanas bajó. Una sonrisa, poco común en ellas, reemplazó la seriedad eterna de sus rostros. Corrieron hacia el centro del campo y abrazaron al técnico Song-Ho Ri.
En menos de un minuto se unieron todas las futbolistas. También llegó la jefe de prensa y las asistentes del entrenador. Las asiáticas hicieron, a su manera, una fiesta en la cancha del estadio Pascual Guerrero: festejaron dando unas cuantas vueltas en círculo porque llegaron a la cuarta final de un Mundial femenino sub-20.
Potencia en fútbol formativo
Desde hace un tiempo en Norcorea tienen una obsesión: ser una potencia deportiva. Y por lo menos en las categorías juveniles del balompié jugado por mujeres lo ha conseguido. De las once ediciones que se han jugado de mundiales sub-20 entre el 2002 y el 2024, ha disputado ocho torneos.
En todos logró llegar por lo menos hasta cuartos de final. Además, disputó cinco semifinales, incluyendo la de este miércoles en la edición que se juega en Colombia, y llegó cuatro veces a la final. La única vez que no lo hizo fue en Canadá 2014, cuando terminó en el cuarto lugar.
De las oportunidades en que disputó el partido definitivo, el seleccionado norcoreano se quedó con el título dos veces. La primera fue en Rusia 2006. La otra fue en Papúa Nueva Guinea diez años después. El título se le escapó en Chile 2008, cuando perdió contra Estados Unidos.
De conseguir una victoria el domingo en el estadio El Campín de Bogotá (4:00 p.m.), las coreanas igualarían en títulos a los seleccionados de Alemania y Estados Unidos, que con tres campeonatos son los más ganadores de la historia de mundiales de la categoría.