El volante quien milita en el balompié ruso tuvo contratiempos con su aerolínea, esta fue la razón.
El martes la Selección Colombia tuvo su primer entrenamiento con el grueso del plantel, previo al duelo de este jueves ante Venezuela, por el inicio de Eliminatorias Conmebol, pero la mayor atención se centró en la ausencia de Jorge Carrascal.
Y es que el volante creativo del Dinamo Moscú quien tuvo percances en el vuelo desde territorio ruso y, por ende, no pudo llegar en las horas de la tarde del martes, como estaba contemplado.
Apenas este miércoles al mediodía arribó a territorio barranquillero, tras su concentración se dedicó a realizar trabajo de recuperación antes de salir para el reconocimiento del campo y la rueda de prensa previo al duelo ante el vecino país.
Horas después de su llegada se conocieron las verdades razones de su vuelo tardío. La aerolínea en la que Carrascal viajó tuvo un colapso en su servicio, producto a la guerra que se está viviendo entre Rusia y Ucrania, y por cuestiones de seguridad aérea, muchos vuelos se han cancelado.
Esto porque hay espacios aéreos en los que transitan misiles rusos y los respectivos contrataques ucranianos, por lo que varios países restringieron los vuelos de estas naciones involucradas y la oferta se redujo.
De hecho, el estratega Lorenzo se refirió a ese tema en conferencia de prensa “Con Jorge recién me encontré con él en el micro (autobús) y eso no es lo ideal. Aparte por la situación”.
Y agregó: “Estaba arriba del avión, luego lo hicieron bajar, le dijeron que esperara 6 horas, luego 10 y después le dijeron que salía mañana (miércoles). Fue una situación un poco traumática y vamos a evaluarlo con el cuerpo médica para ver para qué está”.
Ya allí, se cree que el volante de 26 años no será de la partida este jueves a las 6:00 p.m., puesto que no hizo parte de ninguno de los entrenamientos. Sin embargo, el estratega argentino Néstor Lorenzo podría alinearlo teniendo en cuenta que el futbolista cartagenero tuvo un rendimiento en los ocho encuentros preparatorios.
