El pasado fin de semana el arquero del Milan italiano, el francés Mike Maignan, se retiró de la cancha a los 34 minutos tras recibir insultos racistas desde las tribunas. Esa situación fue la gota que derramó el vaso para el presidente de la Fifa, Gianni Infantino, quien manifestó que no se puede permitir que estos lamentables hechos sigan permeando el espectáculo del fútbol.
Por esta razón, le sugirió a todas las ligas del mundo adoptar tres pasos cuando se presenten actos racistas durante los partidos de fútbol. El primero es el de detener el compromiso, si con eso no cesan los insultos, volver a pararlo, y si los aficionados tampoco hacen caso, abandonar la cancha y cancelar el juego.
Sin embargo, Infantino fue más allá: “debemos aplicar castigos automáticos para los equipos cuyos aficionados incurrieron en racismo y llevaron a la suspensión del partido”. E indicó que para que eso se cumpla, estos equipos deben perder los puntos automáticamente.
Aunque también es consciente de que esas sanciones únicamente afectan la parte deportiva y por eso hizo un llamado a las autoridades para que se sumen a estos esfuerzos y levanten cargos criminales, penales y vetos en los estadios para quienes alienten los actos racistas.
“La FIFA y el fútbol muestran su plena solidaridad con las víctimas del racismo y cualquier forma de discriminación. De una vez por todas: ¡no al racismo! ¡No a cualquier forma de discriminación!”, indicó la entidad mediante un comunicado publicado en sus redes sociales.
Últimamente en Europa, el fútbol italiano, español y la Premier de Inglaterra se han visto empañados regularmente por episodios de racismo, e incluso no es la primera vez que el portero Maignan es víctima de estos actos, ya los sufrió de parte de barras brava de la Juventus (2021) y Cagliari (2022).
“Son personas estúpidas... Puedes recibir silbidos o abucheos del público rival cuando juegas fuera de casa, es normal, pero imitar los gritos de un mono es indignante para cualquier persona...”, expresó Maignan tras el partido.
El arquero de 28 años advirtió de lo que estaba sucediendo al árbitro en el minuto 26 del partido y diez minutos después decidió abandonar la cancha, acompañado por sus compañeros, antes de regresar, convencido por ellos, para culminar el juego. “Es necesario mostrarle a los árbitro y a todo el mundo que hay que actuar así”, manifestó el cuidapalos francés.
Uno de los que más duro protestó frente a estos hechos fue el antiguo entrenador del Milan y exseleccionador italiano, Arrigo Sacchi.
“¿Cómo es posible escuchar cánticos racistas en un estadio en 2024? El problema para mí es cultural: no me sorprende porque en este país la ignorancia triunfa y el racismo siempre ha estado ligado a la ignorancia”, escribió en una columna en la Gazzetta dello Sport titulada “La vergüenza de Udine”.
¿Colombia acogerá las medidas?
En el país ya se han dado pasos para la lucha contra el racismo. Incluso, la Dimayor posee un convenio con la Fiscalía y con Acolfutpro (Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales) para realizar capacitaciones a los clubes y jugadores con el fin de prevenir actos racistas en los campos de juego. Además, la Federación Colombiana de Fútbol creó el artículo 92 del código disciplinario para castigar a las hinchadas y equipos que realizan actos discriminatorios. Sin embargo, los casos siguen presentándose ya que no ha hay rigurosidad y eficacia a la hora de aplicar estas normas.
Sobre lo pronunciamientos de Gianni Infantino y la posibilidad de aplicar los castigos que este sugiere, el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, dijo que habría que considerar algunas reformas al código disciplinario.
“No es una tarea sencilla, porque hay estatutos y reglamentos que habría que reformar y no todo puede ser tipificado como racismo, ya que hay insultos que se podrían confundir. Creo que muy pocas veces vemos en las tribunas de los estadios colombianos actos racistas, pero sí se puede analizar el tema de la individualización y que se castigue a quienes incurra en estas conductas”.
Lo cierto es que para la Fifa esta situación pasó de castaño a oscuro y si no se implementa mano dura frente a estos hechos difícilmente se podrán erradicar del fútbol.