La pelota naranja aparecía en todos los cuartos de su casa; en el coliseo Iván de Bedout muchas veces le tocó presenciar en acción a su papá con el otrora quinteto de los Paisas y gracias a sus 1,86 metros en varias ocasiones le propusieron a Róbinson Blandón Rendón seguir los pasos de su progenitor en el baloncesto.
Sin embargo, apenas tuvo uso de razón este espigado deportista determinó ser alguien en el fútbol y después de hacer su debido proceso en las divisiones menores con varios equipos y de probarse en Tigres de México, gracias a los contactos que le hizo Juan Cunda Valencia, está listo para dejar huella en la Primera B.
Leones de Urabá, que este domingo recibirá al Orsomarso del Valle por el Torneo Águila, le brindó la oportunidad y está feliz. “Encontré una familia en la que la tenencia de pelota es la razón de ser y siempre se sale a buscar el resultado”.
Su padre, quien también se llama Róbinson y era un poste destacado de selecciones Chocó y Antioquia, le recuerda todos los días no bajar la guardia, porque en la vida no hay nada fácil y los objetivos se consiguen es con disciplina.
Esa virtud, que le sirvió para ser goleador en un festival azteca (hizo seis goles con Inem Poblado-FC Valencia), lo tiene luchando en Turbo por un puesto en la titular como delantero en el plantel que orienta Juan Carlos Álvarez y que aparece octavo (3 puntos).
“Acá en Leones fue mi debut como profesional y lo hice ante Jaguares por la Copa Águila. Frente al Unión Magdalena jugué por el ascenso, el jueves estuve en el 0-0 contra Cartagena y hoy espero hacer parte del encuentro ante Orsomarso para aportarle al club y seguir proyectándome en el fútbol colombiano”.
La mentalidad de Róbinson Blandón júnior, quien antes de llegar a Urabá estaba con el Centro de Formación Deportiva Nororiental, siendo sus tutores Oswaldo Jiménez y Víctor Gaviria, es ganadora y cree que Leones tiene con qué ser protagonista del balompié de ascenso gracias a que posee calidad en nómina y claridad en lo que juega.
Eso lo tiene ilusionado para seguir los pasos del francés Olivier Giroud, su ídolo y fuente de inspiración para ir paso a paso, como le dice su papá, construyendo un nombre en el fútbol colombiano.
Con trabajo, constancia y jugándole mano a mano a todos los rivales, así tengan más experiencia e historia, Róbinson emerge en Urabá.