En un equipo el ambiente está tenso. En el otro se respira una tranquilidad que hace que sus jugadores se vean contentos y trabajen con alegría. La realidad que viven Atlético Nacional y el DIM por estos días parece ser las dos caras de una moneda.
Unos están bajo la sombra y la incertidumbre de las críticas; los otros andan en la luz que dan los buenos resultados. Por los menos, así se vio durante los entrenamientos del martes de ambos equipos, en los que atendieron –en sus respectivas sedes– a los medios en rueda de prensa.
El frío de las dudas
Eran las 8:30 a.m. y hacía frío en Guarne. En la loma de al frente de la puerta de ingreso a la sede de Atlético Nacional, había seis carros con periodistas esperando a que les autorizaran el ingreso. Mientras el personal de seguridad les daba luz verde para pasar, algunos futbolistas llegaron en sus vehículos, en los que sonaban canciones de salsa y reguetón, para el entrenamiento matutino.
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Unos minutos después, los camarógrafos estaban cuadrando sus elementos de trabajo y los periodistas ponían los micrófonos y las grabadoras en la mesa de la sala de prensa mientras preparaban las preguntas y conversaban entre ellos, especulando con cuál sería el primer futbolista que llegaría para hablar.
No hubo que esperar mucho. Cuando el sol de la mañana empezaba a dar unos vestigios tímidos de calor, Robert Mejía, un futbolista de 22 años, que viene del fútbol turco y fue confirmado como refuerzo verde el pasado 1° de agosto, llegó al lugar y respondió las preguntas de la prensa: habló sobre el ambiente en la plantilla, cómo lo han recibido, cómo se ha sentido en sus primeros juegos y le pidió a la hinchada que, a pesar del descontento, los siga acompañando en el Atanasio.
Después fue el turno para el lateral derecho Andrés Felipe Román, quien hace poco se recuperó de una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho y, desde entonces, ha disputado dos juegos con el conjunto verdolaga.
El bogotano habló sobre cómo los futbolistas experimentados de la plantilla están tratando de ser el soporte de los más jóvenes tras las situaciones adversas (perder la final de Liga contra Millonarios y salir en octavos de la Copa Libertadores), que ha sorteado el equipo en los últimos días. También, se refirió a cómo se ha sentido luego de regresar de la lesión: “en el aspecto físico, uno siempre tarda un poco más en adaptarse de nuevo para competir. Sin embargo, considero que estoy listo”, aseguró Román.
Un momento esperado
Esteban Escobar, el director deportivo de Nacional, llegó a la sala de prensa acompañado de William Amaral. Ambos saludaron con amabilidad y se mostraron con la serenidad de quien está acostumbrado a lidiar con situaciones adversas.
La primera pregunta para Escobar fue sobre la polémica que se desató por el presunto veto a Tomás Ángel por parte de las directivas. El director deportivo aseguró que no existía tal situación y que el jugador, que tiene 20 años, hace parte de la plantilla de 30 futbolistas inscritos de los que el entrenador Amaral puede hacer uso cuando lo considere.
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También, dijo que esperan renovar el contrato con el jugador, que hasta diciembre tiene vínculo con el cuadro verde. Sin embargo, en redes sociales circuló un supuesto comentario de Gerónimo Ángel, hermano de Tomás, que habría hecho en la transmisión en vivo de la rueda de prensa: “no se cansan de decir mentiras”, haciendo referencia a la versión oficial.
Lo cierto es que Ángel, al igual de Dorlan Pabón y Kevin Mier, hicieron parte del entrenamiento de cara a recibir el jueves al América en la vuelta de los octavos de la Copa Colombia (8:30 p.m.)
Alegría en Llanogrande
Eran las 10:30 a.m., un sol fuerte golpeaba la piel de los jugadores del DIM en la sede de Llanogrande. El entrenamiento estaba cerca de terminar y algunos futbolistas se veían extenuados. El profe Arias y su equipo de trabajo los había exigido al máximo para estar bien físicamente el jueves en su visita a Pasto (6:00 p.m.).
Algunos futbolistas como Andrés Ibargüen –que está en proceso de reacondicionamiento físico– y Jaime Alvarado, trotaban desde la mitad hasta el final de la cancha. “He corrido tanto que ya puedo participar en los 1.000 metros planos”, dijo, en tono de chiste, uno de ellos.
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Después de que terminó la práctica, algunos jugadores se metieron en la piscina de hielo para recuperarse muscularmente, otros se cambiaron para irse a sus casas, mientras que el entrenador Alfredo Arias y el defensa José Ortiz dialogaron con los medios sobre cómo se está preparando el equipo para enfrentar lo que viene y seguir en la senda del triunfo, que ha hecho que tanto los miembros de la plantilla, como los aficionados, caminen con una sonrisa de tranquilidad por todas partes.